La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade en funciones, Ethel Vázquez, avanzó durante la mañana de este viernes que la Xunta pondrá en servicio en el mes de abril un aparcamiento disuasorio en Ribadumia con una inversión de 545.000 euros para fomentar los viajes compartidos en torno a la autovía del Salnés.
La titular de Infraestruturas e Mobilidade en funciones, junto con el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera, y el alcalde, David Castro, supervisó las obras de este aparcamiento que se está ejecutando en el entorno de la rotonda entre la autovía del Salnés y la VG-4, en Barrantes.
Se trata de una equipación de más de 2.800 metros cuadrados que facilitará a los conductores un punto de encuentro para hacer uso de vehículo compartido, tanto en los viajes por el entorno de la comarca, como para las áreas de Pontevedra, Vigo o Santiago.
Los trabajos, iniciados en verano, actualmente superan el 35% de ejecución, pues ya se preparó la explanada, se ejecutaron las instalaciones de drenaje, iluminación y la preinstalación de videovigilancia y de los puntos de recargo para vehículos eléctricos.
En la actualidad, las tareas se centran en el cierre y vallado perimetral y en la extensión de saburra. En las próximas semanas se acometerá el pavimento y se habilitarán las zonas peatonales, para finalizar luego con la iluminación, ajardinamiento y señalización.
Características de la actuación
Este espacio tiene como objetivo poder dejar el automóvil de manera cómoda y segura y desplazarse, después, compartiendo coche hacia el lugar de estudios o de trabajo diario, contribuyendo a la implantación de zonas de bajas emisiones.
En esta parcela adyacente a la carretera provincial se pondrán a la disposición 77 plazas de estacionamiento, todas en batería, de las cuales 2 se reservan para personas con movilidad reducida. También se habilitará la preinstalación de 3 puntos de recargo para vehículos eléctricos.
De manera más concreta, de las 77 plazas, 26 se situarán en una isla central que estará rodeada de una franja perimetral para el tránsito peatonal seguro; y el resto se dispondrán en los bordes de la carretera y del lecho del río, separadas de estos por una acera.
Tanto en el perímetro exterior del aparcamiento como en la isla central se va a habilitar una franja verde en la que se plantará arbolado. También se colocarán 9 luminarias y 6 cámaras de vigilancia.
Además se llevará a cabo el acondicionamiento del viario de acceso existente, reforzando el firme en todo el ancho de la plataforma, elevando el paso de cebra actual y habilitando otro nuevo.
La intervención incluye además una barandilla para proteger la zona hacia el lecho del arroyo San Martiño y valla para delimitar el aparcamiento con la finca colindante.
La conselleira destacó que estas obras se acometen con sensibilidad, atendiendo la petición de los vecinos, que solicitaron que se eliminen las “orejas” de las aceras que pueden dificultar el tránsito de los ciclistas, muy frecuentes en esta zona.
