Entrevista a Manuel Varela, andrólogo y expresidente de la Sociedad Gallega de Sexología

"A estas alturas, hablar de sexo en casa sigue siendo tabú"

El incremento de casos de infecciones de transmisión sexual se ha detectado también a nivel de centros de salud, como el de Ribadumia, cuyo personal sanitario ha decidido impulsar una de las charlas informativas con motivo del Día Europeo de la Salud Sexual. El expresidente de la Sociedad Gallega de Sexología, Manuel Varela, y su colega el jefe de Medicina Preventiva del CHUP, Javier Paz Esquete, hablarán este viernes a la población de las claves de una sexualidad responsable en el auditorio de Ribadumia.   
El andrólogo Manuel Varela, expresidente de la Sociedad Gallega de Sexología durante la entrevista. GONZALO GARCÍA
photo_camera El andrólogo Manuel Varela, expresidente de la Sociedad Gallega de Sexología durante la entrevista. GONZALO GARCÍA

Les han llamado para dar una charla en el auditorio de Ribadumia sobre ITS. ¿Cuál es la situación?  
Hablamos de infecciones de transmisión sexual, más que de enfermedades, porque en realidad lo que se coge es una infección. Luego viene el desarrollo de la enfermedad, pero se manejan las dos cosas. Se está notando desde hace un año o dos un repunte que llama un poco la atención, sobre todo por el hecho de que se está viendo  en el colectivo adolescente, que es más vulnerable. 

Desde la Sociedad Gallega de Sexología han hecho un nuevo estudio sobre jóvenes y sexualidad. ¿Qué conclusiones arroja? 
Este segundo estudio se ha hecho en una población de 451 jóvenes del Área Sanitaria de Pontevedra que estudiaban en el IES Xunqueira 1 en el curso 2020-2021 y todavía está sin publicar. Coincidió con la pandemia y, entre otros aspectos, también refleja ese repunte de casos de ITS. Hay que reconocer que siempre las hubo. Hace 20 y 30 años ya hablábamos de la gonorrea y del herpes, quizás la clamidia y las infecciones por el virus del papiloma humano eran menos frecuentes. Por cierto, también registran un repunte, es decir, tienen un aumento de la incidencia. Es bueno saber que están ahí y que además tienen solución.

¿Se ha bajado la guardia ante estas enfermedades o hay menos información sobre ellas? 
Antes de la pandemia había muchos más diarios informativos, las autoridades sanitarias emitían más noticias sobre este tipo de casos. Pero tras la pandemia,  se centraron más en otras cosas, como el covid.  

Los adolescentes quieren saber  cómo pueden tener relaciones sexuales de una forma responsable y segura. Y es lo que no les damos»



¿De qué edades estamos hablando? 
Las edades de las personas afectadas son cada vez menores porque todo va relacionado. Cada vez se inicia antes en la sexualidad. Eso también lo vemos en este estudio. Vimos que se ha adelantado un año el inicio de la sexualidad en general en los adolescentes. Todo lo que no sea relación coital, besos, caricias... estamos hablando ya de los 13 años, antes eran los 14, y ahora relaciones coitales ya encontramos a los 15 en el caso de los chicos. Y las chicas no llega a un año más de media. Vemos que el sexo se adelanta y las dificultades transversales en el ámbito sexual también. Y cuanto más joven es, más desconocimiento hay. Algunos no saben ni dónde está un centro de orientación familiar, ni creen que puedan ir ellos. Hay que explicarles que ahí puede ir todo el mundo y obtener información. Lo que sí debería haber unos días para atender a la población más joven, para que no se mezclen con los adultos porque les da más apuro.  


¿A qué se debe este repunte? 
Hay una cosa clara y es que hoy   se está encontrando solución a todo, el VIH por ejemplo sentenció a mucha gente, prácticamente ahora llevan el tratamiento de por vida, pero ya casi nadie se muere. El resto son enfermedades mucho menores, generalmente no te mueres de ellas, pero sí dan complicaciones. Por ejemplo, en la mujer, la clamidia o la gonorrea pueden provocar infecciones genitales internas y pelvianas por las cuales incluso podemos llegar a tener una infertilidad. Luego, creo que fue una gran equivocación no vacunar antes a los chicos del virus del papiloma humano. Incluso por una razón económica. Es mejor gastarse 500 euros en dos dosis de vacuna que ingresar a esas personas. En caso de los chicos en relaciones homosexuales se está viendo que tenían una incidencia bastante alta de tumores de recto y de ano por penetraciones anales sin preservativo por culpa del virus papiloma humano. Y hay gente con veintitantos años, y 30, que tienen o no parejas estables en esta situación. Por eso se deberían ampliar los plazos de vacuna. La gente que es promiscua tiene que protegerse y proteger a los demás.  

El 8,1% de los jóvenes encuestados en nuestro estudio ha tenido relaciones sin consentimiento»
Protección


¿Qué está fallando?
La educación sexual, que como tal no existe en los colegios. Quien más y quien menos se entera por Internet, por un amigo, por una clínica privada puntualmente... Cuando preguntamos a los adolescentes qué es lo que piensan de la educación sexual, dicen que la única información que reciben es un recordatorio de lo que han dado siempre sobre el aparato reproductor masculino y femenino. Lo que quieren saber es cómo pueden tener relaciones sexuales de una forma responsable y segura. Y es lo que no les damos. Según nuestro estudio conocen los métodos anticonceptivos, incluyendo el preservativo, casi el 80%, pero hace 13 años lo usaba el 32%  y ahora estamos hablando del 36%. Sigue habiendo un 64% de adolescentes que no utilizan ningún método de prevención. Eso sigue siendo grave. 

¿Y la educación en casa?
Ahí sale otro punto a relucir: la relación padres-hijos es muy escasa. El diálogo, la comunicación, la conversación. No pasaba ni de un 15% los que tenían una mínima relación de confianza con sus padres para hablar de estos temas. Hablar de sexo en casa sigue siendo tabú. Eso es preocupante y otra cosa que nos preocupa es que el 8,1% de los adolescentes encuestados tuvo algún tipo de relación sin consentimiento. Según nuestro estudio se llega a las relaciones sexuales por deseo en un 65,8%, en un 46,6% por enamoramiento y por curiosidad también en otro 46,6%. Pero ese 8,1% nos preocupa.