Meis sigue viviendo una de las celebraciones religiosas más particulares de las Rías Baixas. La pequeña parroquia de Paradela acoge estos días una festividad que mezcla la fe con el arte dramático, la religión con las artes escénicas. Y es que teatro y procesión se dan la mano de los distintos actos que el municipio dedica a la Semana Santa y que incorpora el tradicional Via Crucis del Viernes Santo.
De nuevo numerosas personas contemplaron el recorrido de Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas. Un Jesús al que ha dado aliento Marcos Roma, que este año se despide de las representaciones al cumplir 33 años.
Esta fiesta, considerada de Interés Turístico, se suma a la lista de eventos que recuperan por fin la normalidad tras el covid-19. La historia de la celebración se remonta a hace más de dos siglos. En el año 1993 se oficializó para el nombre de Cofradía de Semana Santa y Pascua de Santa María de Paradela. Con el paso de los años ha adquirido gran popularidad, siendo una de las fiestas tradicionales más sonadas y prestigiosas de O Salnés. Se trata de una de las celebraciones de la comarca que cada año atrae a más personas. En la preparación y escenificación de los diversos actos que se realizan, participan más de cien personas, la mayoría de ellos cofrades. La escenificación es al aire libre.
Para la puesta en escena se representan todos los actos narrados en la Pasión de Jesucristo, desde el Domingo de Ramos, última cena, prendimiento de Jesús y negaciones de Pedro, juicio ante Pilatos y Herodes, Vía Crucis al Monte de A Croa, desenclavo, y el Domingo de Resurrección, donde el protagonismo es para los más pequeños de la parroquia. Este año además por vez primera se incluyó el pasaje de Las bodas de Caná.
