Los cuatro partidos en los que de forma consecutiva el Ribadumia logró ir sumando puntos a su casillero se han quedado en el pasado. La realidad es que el presente del equipo que dirige Ibrahin Baptiste es el más delicado de toda la temporada. Y es que ya son siete las jornadas que los gualdinegros enlazan sin conseguir sumar de tres.
Una floja dinámica que ha llevado al equipo a perder cinco posiciones en solo cuatro partidos, cosechando la derrota en todos ellos. Así, los pupilos de Baptiste tienen una ventaja de solo cuatro puntos sobre el descenso. Con la segunda vuelta ya iniciada, los cero puntos sumados tras alcanzar el ecuador de la competición apremian a un Ribadumia que no quiere complicarse de aquí al final de la temporada.
En sus manos tiene el conjunto gualdinegro un mes a la par difícil y asumible. Con 15 días para la recuperación al gozar del parón en Carnaval, volverá el Ribadumia a la competición en casa ante un rival que apunta alto, el Juvenil Ponteareas. El último partido de febrero es el que apunta a decisivo, con un duelo directo en la visita de los de Baptiste al colista, el Alertanavia.
