Un equipo de 80 personas será el encargado de dar el pistoletazo de salida a la vendimia en el Val do Salnés, concretamente, en la Finca Valiñas de la Bodega Mar de Frades, que este año será la primera en empezar la recolección de la materia prima con la que elaborar el vino en esta subzona de la Denominación de Origen Rías Baixas.
Según explicó ayer su directora, Paula Fandiño, las uvas de esta parcela están "en su punto óptimo de maduración", por lo que, ante las previsiones de lluvia que se esperan para los próximos días, "decidimos comenzar ya para evitar que esas precipitaciones puedan perjudicar estas partidas ya maduras y generar ataques de botritis".
En estos viñedos con una extensión de tres hectáreas prevén recoger "sobre 400.000 kilos de uva" y la idea es "vendimiar varias jornadas de esta semana" y luego, si se cumplen los pronósticos del tiempo, dar un pequeño margen y retomar las labores unos días después.
Y es que se suele decir que nunca llueve al gusto de todos, pero en esta ocasión, en medio de un episodio de sequía más intenso de lo habitual en Galicia, casi todo el mundo recibe con alivio el agua que, según las previsiones meteorológicas, caerá estos días en las Rías Baixas.
Incluso el sector vitivinícola confía en que, en general, las precipitaciones no perjudicarán las uvas, sino que incluso aportarán beneficios y permitirán obtener mejores resultados en los viñedos en los que la materia prima todavía no ha alcanzado su punto perfecto de maduración.
Así lo señalan desde el Consejo Regulador de Rías Baixas, desde diferentes bodegas de esta misma Denominación de Origen y también desde Ribeiras do Morrazo, la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) que ampara los vinos que se elaboran en los concellos de Pontevedra, Poio, Vilaboa, Bueu, Cangas, Moaña, Marín y Redondela.
La razón es que las lluvias "pueden ayudar a hidratar las uvas", que este verano reflejan los efectos de la sequía con un volumen más mermado que otros años. Así, siempre que no sean torrenciales ni se prolonguen por muchos días, algo que no se espera a tenor de las previsiones de MeteoGalicia y la Aemet, "no deberían suponer un problema", indicaron en la D.O. Rías Baixas.
POCOS DÍAS. "Con dous ou tres días de chuvia non debería haber problemas nin aparecer enfermidades. É máis, ogallá chova un pouco para hidratar a uva e corrixir a acidez. Esa chuvia mesmo pode salvar a campaña", añadió Roberto Rivas, cooperativista de la bodega Viña Moraima, radicada en Barro, quien apuntó que, si no se produce esa hidratación, la cantidad de producto recogido podría ser un 20% menor, si bien "é unha aproximación feita daquela maneira, porque ata que se recolla a uva é imposible calcular o volume".
También Xosé Ramón Roque Durán, presidente de la bodega Terra de Asorei, coincide en que "se non é moita chuvia, como todo parece indicar, non vai prexudicar a calidade da uva, senón ao contrario, contribuirá prositivamente ao seu proceso de elaboración e ao equilibrio entre grao e acidez", de ahí que "de momento non hai preocupación, porque non cremos que vaia xerar danos".
Lo mismo opinan María Sineiro, de la bodega Lagar de Besada (integrada en la D.O. Rías Baixas); y Guillermo Martínez, responsable de Os Areeiros (una de las cinco que integran la I.X.P. Ribeiras do Morrazo).
Según la maduración. En Mar de Frades, "decidimos empezar ahora con la partida que está bien madura, pero, efectivamente, a las uvas que todavía no han alcanzado ese punto, la lluvia le puede venir bien", indicó Paula Fandiño.
Según apuntaron ayer en el Consejo Regulador, de las cinco subzonas que integran la denominación Rías Baixas (Val do Salnés, O Rosal, Ribeira do Ulla, Condado do Tea y Soutomaior), "de momento, las únicas que ya empezaron son las del Condado" y alguna bodega de otras zonas para elaborar vino base para espumoso, como es el caso de Mar de Frades, que hoy arrancará también con la vendimia tradicional.
Las demás, en su mayoría, esperarán unos días e irán decidiendo en función del tiempo y de otros condicionantes. "Nós estamos analizando as uvas cada 48 horas ou cada tres días para ver o grao e a acidez e, ao mesmo tempo, estamos controlando que haxa unha ventá climatolóxica de varios días sen chuvia para poder vendimar. En función deses condicionantes, decidiremos o día de arranque da vendima. En principio pensamos empezar entre os días 8 e 12, pero vai depender de todo iso. A nosa filosofía sinala que é precisamente nestes días cando se está elaborando o viño nas parras. Collelo no momento óptimo é o fundamental", indicaron en Terra de Asorei.
"A nosa idea é empezar sobre o día 8, pero se chove os días 5, 6 e 7, esperaremos unha semana máis para que a chuvia faga o seu efecto necesario e a uva se hidrate", apuntaron en Viña Moraima. Y es que, tratrándose de la propia naturaleza, "non se pode predicir nin facer números moi exactos, porque todo depende de como vaian sucedendo as cousas. Xa veremos".
El adelanto del curso universitario resta mano de obra en las viñas
Un porcentaje importante de las personas que cada año contratan las bodegas para la vendimia son estudiantes. Por eso, que este año el curso académico vaya a empezar tan pronto (el día 8 en todos los niveles educativos) no viene nada bien a los bodegueros, pues muchos de esos jóvenes que otros años aprovechaban para sacar un dinero a base de cortar racimos, en esta ocasión no podrán hacerlo. Ese es uno de los factores que dificultan encontrar mano de obra para la vendimia, aunque también hay otros.
Sea como sea, hay algunas bodegas que todavía no han podido completar sus equipos. "Nosotros estamos en ello. Está habiendo problemas para conseguir gente", indicaba ayer María Sineiro, de la bodega Lagar de Besada.
"No noso caso tiramos de familia e amigos e tamén incorporamos xente nova, así que xa temos o equipo que nos fai falta, pero sabemos que está habendo adegas que están tendo dificultades, porque no Salnés a vendima realízase manualmente e fai falta xente", apuntaba Roque Durán, de Terra de Asorei.
En este sentido, Roberto Rivas, cooperativista de Viña Moraima y presidente de la Asociación Galega de Viticultura, apuntó que es necesario que de una vez por todas se legisle para evitar esas dificultades. "Non é lóxico que unha persoa que está percibindo unha axuda, perda esa axuda só por traballar cinco ou seis días na vendima. En Andalucía, por exemplo, existen as chamadas peonadas e non hai ese problema, pero aquí si. O que fai falta é que aquí a Administración teña vontade de solucionalo", apuntó. "Eu teño xente, moitos repiten ano tras ano, pero sei que no sector si hai problemas».
