El valor económico de la producción de vino de las cinco denominaciones de origen protegidas (DOP) de Galicia asciende a 258,4 millones de euros, con un valor añadido bruto de 163,9. Son responsables, además, 2.858 puestos de trabajo directos. Y eso que la cosecha no alcanza a abastecer la demanda interna de la propia comunidad, "aínda que tendeu a mellorar na última década".
Estas son las conclusiones del informe publicado este miércoles por la Fundación Juana de Vega sobre el impacto socioeconómico del vino de las denominaciones de origen Monterrei, O Ribeiro, Rías Baixas, Ribeira Sacra y Valdeorras, que toma como referencia "máis dunha ducia de fontes autonómicas e nacionais entre os anos 2008 e 2022". Y con ellas, constata que, globalmente, las DOP vitivinícolas de Galicia proporcionan, de media, "o 1,9% do PIB dos seus territorios e o 2,1% do emprego". Supone un valor de producción de 258,4 millóns de euros, un valor añadido bruto (VAB) de 163,9 millones y 2.858 empleos directos —el 55% relacionado con la viticultura y el resto, con las bodegas—.
En general, el peso económico de las cinco denominaciones en sus territorios "é máis de catro veces superior ao que ten a cadea vitivinícola no conxunto da economía galega". Una cifra que "non fai máis que confirmar" la "forte especialización" que presentan estas zonas, donde el peso de las actividades ligadas al vino "multiplica case por seis a media galega".
Pero también hay diferencias entre comarcas, desde el 4% del PIB y el 5,4% del empleo que se observa en O Ribeiro hasta el 1,7% y el 1,4%, respectivamente, de las Rías Baixas. Paradójicamente, esta última es la que acoge la denominación "de maior dimensión económica", ya que representa "máis da metade" de la producción y del VAB de las cinco, así como 1.399 de estos 2.858 puestos de trabajo.
La razón está en dos factores internos: la inclusión en ella de muchos concellos en los que el viñedo "ocupa unha parte moi pequena" y el "maior dinamismo e diversificación" de la base económica de buena parte del territorio, "sobre todo da subzona do Salnés".
En total, copa el 61,6% del valor de producción total, con hasta 159,1 millones, y muestra un valor añadido bruto de 100,9, tomando como referencia datos del Ministerio de Agricultura y calculando la media de los años 2020 y 2021.
Y el documento recuerda que el cálculo de este impacto "sería moito maior se se tiveran en conta os encadeamentos con outras actividades", como la provisión de insumos, el transporte, la comercialización y la distribución del vino, así como los efectos que tienen sobre la hostelería y el turismo. demanda. La fundación destaca que, a pesar de que la situación "tendeu a mellorar na última década", la producción de vino en Galicia es "moi inferior" a la demanda interna, que multiplica a esta "aproximadamente por 1,3", lo que deriva en unas «elevadas» importaciones netas.
Además, el "dinamismo" de las denominaciones gallegas posibilitó un "notable crecemento" de las exportaciones "de calidade" a Europa y a otros países, lo que redunda en que haya que comprar aún más vino al resto de España, "en boa parte de viños de mesa con menores prezos".
