Cuidado con los precios. El propio sector hotelero ha encendido las alertas sobre las subidas descontroladas que podrían acabar por dañar la imagen general del sector en España. La tendencia parece imparable y afecta de lleno a las Rías Baixas, que cada vez más se confirman como un destino vacacional de primer nivel en el país, con tarifas que parecen dispararse en paralelo a este aumento exponencial de la demanda.
Según las estadísticas oficiales, las tarifas de los establecimientos de hospedaje en la provincia de Pontevedra rondan ya la media de los 120 euros por noche, un 20,1% más que hace solo dos veranos. La mayor subida se experimentó en 2022, cuando entre enero y abril las ofertas se encarecieron por encima del 14%. En el mismo período de este año, el nivel medio ha vuelto a dar otro estirón del 5,8%. En total, más de 20 puntos en apenas 24 meses, sensiblemente por encima de los índices generales de inflación del país.
Operadores como eBooking ya alertaron que en la pasada Semana Santa las reservas fueron un 22% más caras que en 2022. Y en el puente de mayo la media de España estuvo situada un 25% por encima de los precios del año pasado.
Pontevedra, en todo caso, está todavía muy lejos del fenómeno inflacionista de otras zonas como Cataluña, que lidera el aumento de precios con subidas de hasta el 78,3%, pasando de los 118 euros de media por noche en 2022 a los 211 euros que se están pidiendo en la actualidad.
Por el momento, la media de una noche de hotel en las Rías Baixas está en los 120 euros, si bien la elevada ocupación de las fechas centrales de julio y agosto disparará las tarifas para los ‘huecos‘ que falten por cubrir, un fenómeno que se repite cada verano para los turistas que más retrasan la contratación de sus reservas.
La alternativa en muchos casos siguen siendo las viviendas turísticas, que todavía ofertan precios inferiores a los del hospedaje convencional, pero cada vez con menos
diferencias en las zonas más concurridas.
Este jueves, la plataforma online líder para este tipo de reservas, Airbnb, todavía ofertaba una disponibilidad considerable en los puntos calientes de las Rías Baixas tanto para julio como para agosto.
En el caso del mes de julio, una familia de cuatro miembros todavía puede elegir entre casi 500 alojamientos para pasar una semana en Sanxenxo o en sus inmediaciones. Los precios, eso sí, arrancan por encima de los 600 euros para las seis noches y se estiran hasta casi los 2.000 con algún apartamento situado a pocos metros de la playa de Silgar. Para la semana central de agosto, la oferta se reduce a la mitad y los precios casi se duplican. La misma familia podría pasar las seis noches por no menos de 800 euros y, en el caso de un piso de lujo, ligeramente por encima de los 2.800 euros.
En O Grove, la oferta para el mes de agosto se limita a poco más de 160 posibilidades de alojamiento en la plataforma Airbnb a precios que no bajan de los 680 euros por una semana y que se disparan ligeramente por encima de los 1.600 en el caso de las viviendas más equipadas. La localidad grovense tiene disponibles casi el mismo centenar de ofertas para la segunda semana del mes de julio, pero con precios, entre un 10 y un 15% más asequibles.
