El alquiler vacacional en las Rías Baixas sitúa a Pontevedra a la cabeza en el ranking de provincias más caras. Los alquileres subieron un 2,6%. Así se desprende de un estudio publicado este lunes por Fotocasa, que subraya que el m² roza los dos dígitos en la provincia, un 10%.
En la provincia de Lugo en el último año, tomando como referencia el mes pasado. Es un dato razonable en tanto que va indexado al coste de la vida —la inflación aumentó interanualmente un 2,3% también en julio—, pero a efectos inmobiliarios el de Lugo es un dato anormalmente reducido. Basta compararlo con el conjunto de Galicia, donde arrendar se encareció de media un 8,4%, es decir, más del triple que en la provincia. Por no hablar, desgranando el mapa autonómico, de Ourense, que lidera la subida con un 10,5%, o A Coruña (+9,9%). En término medio se sitúa Pontevedra (+6%), donde por otra parte se encuentran los alquileres más caros de Galicia: el metro cuadrado (m²) cotiza a 9,95 euros al mes, mientras que la media autonómica está en 8,25%
En cuanto a los incrementos interanuales, Pontevedra promedia con una subida del 6%. La provincia donde menos subieron los alquileres es Lugo. Un incremento escaso, de nuevo, en términos del mercado inmobiliario actual; lógica si se atiende al índice de precios. De hecho, Lugo sería simbólicamente la única provincia que cumpliría con la nueva ley de vivienda, que topa para 2024 las subidas de los alquileres en un 3%. Las otras tres provincias gallegas lo incumplirían.
Eso sí, que registre la menor subida interprovincial con mucha diferencia no quiere decir que sea barato alquilar en Lugo, donde el metro cuadrado (m²) cotiza de media a 7,95 euros al mes. Se queda cerca del de A Coruña, donde se paga a 8,63 al mes el m². La provincia más barata es Ourense, donde se pagaba el mes pasado a 6,50 euros el m² de media. Y eso que la provincia interior experimentó un severo aumento de precios en el último año, el mayor de toda Galicia, ya que un año atrás estaba por debajo de la barrera de los seis euros al mes.
700 euros por 70 m²
Traduciendo las cotizaciones a una renta de alquiler, arrendar un piso medio, que según los estándares actuales se considera de 70 m², saldría por 696 euros al mes en Pontevedra. Una familia con niños que necesite más espacio y habitaciones deberá rascarse el bolsillo y desembolsar una media de 995 euros por una vivienda de 100 m².
Son, en definitiva, cifras prohibitivas para una gran parte de la población. Y sin visos de bajar, habida cuenta de la gran demanda de los alquileres ante lo caras que están las hipotecas y la propia vivienda, a expensas de que la nueva ley suavice la situación.
Las familias ya dedican el 45% de su renta al pago de la hipoteca
Si el alquiler es una opción cada vez más demandada — de ahí su constante encarecimiento— es, entre otras cosas, por el yugo casi de por vida que supone firmar una hipoteca para muchas personas.
Y es que, según un estudio de OBS Business School, un 45% de la renta de las familias en España se destina a pagar préstamos para la vivienda,15 puntos más que lo que se destinaba en 2021, cuando los tipos de interés todavía no se habían disparado.
Por tanto, casi la mitad del dinero que entra en casa a final de mes se marcha ya el día 1 con destino al banco, una cantidad inasumible que condena a los hogares a tener poco ahorro, cuando no nulo.
Más protección oficial
El informe señala que "el precio de la vivienda en España crece más rápido que los salarios, lo que está provocando que aumente la desigualdad de la riqueza y la población en riesgo de exclusión". Para paliar esta situación, el estudio receta la construcción de viviendas de protección oficial.
