Opinión

Zonas de marcha: los derechos al ocio y al descanso

Nuestras ciudades llevan décadas intentando el equilibrismo entre dos derechos de la ciudadanía como son la diversión nocturna y el descanso vecinal. Un difícil ejercicio de funambulismo no exento de polémicas que algunos concellos se han propuesto ahora atajar recortando la fiesta, como Sanxenxo, que este verano ha vuelto a arañar horas al cronógrafo nocturno y ha limitado las terrazas en el centro. Se dice que la intención futura de Telmo Martín es llevarse los pubs a un polígono en Nantes. Pero si no queremos mezclar coches y alcohol la solución debiera estar más cerca. En el centro urbano pero en un área sin vecinos, como han hecho en A Coruña con Palexco, una fórmula sin fisuras de la que Pontevedra, Santiago y también Sanxenxo deberían de tomar buena nota.