Vilagarcía abre la temporada de baño con la llegada de socorristas y retirada de barcas

El servicio de vigilancia de las playas Concha-Compostela y O Campanario comenzó a operar hoy en horario de 12.30 a 20.30 horas ►Se registraron 15 barcas abandonadas en los arenales de la Compostela y la Covacha

La playa de O Preguntoiro tendrá que esperar al martes para contar con servicio de socorrismo. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera La playa de O Preguntoiro tendrá que esperar al martes para contar con servicio de socorrismo. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La temporada alta de verano ha dado el pistoletazo de salido y Vilagarcía de Arousa ha puesto en marcha esta mañana el servicio de vigilancia y socorrismo en las playas de Concha-Compostela y O Campanario, mientras que O Preguntoiro tendrá que esperar hasta el martes para contar con todos los servicios.

Finalmente, el Concello cubrió las 12 plazas de socorristas que necesitaba este verano para ofrecer el servicio de vigilancia y socorrismo en las tres playas principales del municipio de 12.30 a 20.30 horas hasta mediados de octubre, ya que dos de ellas cuentan además con bandera azul.

Coincidiendo con el inicio de temporada oficial de baño en las playas, el ente público acaba de ordenar la retirada de las embarcaciones varadas y artefactos abandonados en los arenales del municipio. Adopta esta medida a efectos de ofrecer la mejor imagen posible de los arenales y eliminar riesgos para los usuarios y bañistas. Además se está llevando a cabo la sustitución de las pasarelas de acceso en la Concha-Compostela, que ya se encuentra en su fase final. 

La orden de retirada de barcas y artefactos se centra en los lugares en los que se registra la problemática: las playas Compostela y Covacha. Son 15 las embarcaciones detectadas en estos arenales. A modo de aviso, el Concello puso carteles en todas las barcas en las que se advierte a los propietarios que disponen hasta el 7 de julio para despejar la playa, así como de la suma de sanciones que se les podría imponer (entre 301 y 1.500 euros) de no cumplir la orden en el periodo establecido, en una falta testificada como grave. En caso de no ser retiradas, sería el ayuntamiento quien se desharía de las barcas.