"Seríamos más felices si usásemos la bicicleta"

Esther Anaya, Doctora en Ciencias Ambientales y experta en movilidad ciclista
Le experta en movilidad Esther Anaya durante su intervención en el congreso Vai de Rúas. DP
photo_camera Le experta en movilidad Esther Anaya durante su intervención en el congreso Vai de Rúas. DP

La concienciación por lograr un mundo más sostenible y ecológico está a la orden del día. Cada vez existen más propuestas y alternativas para participar en el cambio, pero aún queda un punto clave con el que trabajar: las construcciones sociales que sitúan al coche como un elemento importante en la vida de las personas. Así lo hace ver en sus ponencias la doctora en Ciencias Ambientales y experta en movilidad ciclista Esther Anaya (Cornellá, 1977), que recientemente participó en el congreso Vai de rúas e intentó desmontar tópicos y barreras en torno al uso de la bicicleta en espacios públicos.

Usted defiende la importancia de la creación de infraestructuras de calidad para promover el uso de la bicicleta en las ciudades, pero que la apuesta no se quede ahí, ¿no es cierto? 

Sí. Es importante hacer infraestructuras de calidad e inclusivas, es decir, que las vías ciclistas sean anchas para que puedan ir bicicletas en las que puedas llevar carga con un remolque y transportar niños y niñas. Hacer buenas infraestructuras para que la gente se sienta segura. También es importante que las personas puedan tener acceso a la bicicleta, que se la puedan comprar y que le vaya bien para sus necesidades, o que puedan aprender a andar en bicicleta, si no saben. Para esto hacen falta cambios en las normativas en los ayuntamientos. En algunos ya se está haciendo a través de ordenanzas. Lo importante es darse cuenta de que hacen falta una serie de cambios que sólo son materiales.

¿Qué obstáculos ve para el uso de la bici en las ciudades?

Aún hay muchos temas culturales que suponen una barrera para que dejemos el coche y cambiemos a caminar y andar más. Hay una barrera de estatus, donde parece que si no tenemos un coche no tenemos éxito en la vida o, parece que lo más cómodo es un coche, cuando, en realidad, eso hace que no seamos conscientes de todo el dinero que cuesta y más aún ahora con la subida del petróleo, del tiempo que gastamos en los atascos... Realmente, estamos infravalorando unos costes por intentar beneficiarnos de unos temas que son status, dinero y, en realidad, seríamos más felices si usásemos la bicicleta o fuésemos más caminando.

¿Ve posible que localidades como Vilagacía deje los coches a un lado?.

Sí, durante el congreso Vai de rúas hablamos del espacio urbano y cómo los estudios concluyen en que más del 60% o más del espacio urbano está dedicado a la movilidad en coche. Con lo cual solo queda un 40% restante para la vivienda, caminar, espacios verdes... y hace que se replanté el uso que se le da al espacio y qué cambios pueden generar una mudanza en el comportamiento. Si la gente ve más espacios seguros, amables bonitos, protegidos y cómodos. Estamos muy acostumbrados a ir en un espacio cerrado, donde podemos poner nuestro aire y la música dentro del coche, pero en realidad lo que estamos es totalmente desconectados del ambiente de fuera. No estamos tomando el sol ni viviendo lo que pasa alrededor. Es importante que tengamos esa conexión con el territorio en el que vivimos y que nos involucremos.

Entonces, la idea es que ¿mientras no haya cambios en las infraestructuras y en el replanteamiento no habrá un cambio tan potente a la hora de dejar los coches?

Efectivamente, ese cambio es muy importante, pero sobre todo es muy relevante que la gente sepa andar en bicicleta. También están los eventos de vida donde te replanteas la movilidad. Si cambias de casa o te mudas siempre hay un momento que te tienes que plantear cómo te vas a mover por el entorno donde habitas y, es ahí, donde hay una oportunidad de plantear la propia movilidad. Desconectarte de tus propios hábitos y, pensar cómo quieres moverte en realidad. Conectar con tus valores, motivaciones, etc. Eso puede ser desde estar sano, hacer ejercicio, ver un parque bonito, ir con otra persona y hacer de ir al trabajo o llevar a tus hijos al colegio de una forma divertida. Hay países, como Reino Unido, que es donde vivo yo, donde dan a conocer las opciones para la movilidad a través de una carta que envía el Ayuntamiento. Ese tipo de acciones ayudan a las personas a que se hagan un replanteamiento clave.



Estamos muy acostumbrados a ir  dentro del coche, pero en realidad lo que estamos es totalmente desconectados del ambiente de fuera


Desde la Unión Europea hay unas medidas y políticas públicas que procuran incentivar una Europa más verde, sostenible y con menos gases nocivos para 2030. ¿España logrará esos objetivos?

Hay ya una serie de cambios importantes y muy rápidos a día de hoy. No todos los cambios se consiguen con infraestructuras, pero estos son muy relevantes para conseguir que en los espacios, los peatones sean reconocidos y se sientan seguros y protegidos para andar y usar la bicicleta. Pero también, hacer que las personas se sientan capaces. El concepto de capacidad es muy relevante. Se trata de que las personas se sientan psicológicamente bien para llevar un comportamiento determinado, en este caso, ir en bicicleta. Si una persona siente que tiene todas las herramientas a su disposición, como por ejemplo, que haya clases para aprender a montar en bicicleta, como los que hay aquí en Vilagarcía. Asumimos que todo el mundo sabe andar en bicicleta y no es así. Hay un porcentaje de la población que no sabey se siente estigmatizado y sienten vergüenza o que están en una minoría. Romper con esos estigmas y ofrecerles cursos para que puedan optar a la movilidad ciclista es relevante. Si cambiamos las calles y no incluimos a toda las personas... En España 8 de cada 10 mujeres no saben andar en bici. Por cultura, muchas mujeres que ya son de avanzada edad, no pudieron aprender y ahora tienen miedo a caerse o no tienen acceso a un aprendizaje. Hay que intentar que todos tengan acceso a esa capacitación, vehículo o infraestructura digna para realizar esa movilidad ciclista.

Entonces aboga por más cursos de bicicleta.

Yo he hecho estudios en Barcelona de cursos para aprender a andar en bicicleta y lo que hemos observado es que tiene un gran impacto en el bienestar de las personas. No sólo en la salud física, ya que la gente al aprender a pedalear puede realizar más actividad física y eso tiene muchos beneficios para la salud; también son los beneficios que están en la salud mental. La gente sale, hace contactos, se les abre a la gente nuevas actividades y también la superación de una misma y de no tener una tarea pendiente, como en el caso de esas mujeres que no pudieron aprender antes. Después de la pandemia, además, han aumentando los problemas de salud mental y el tener herramientas que ayuden a estas personas a mejorar en este sentido hace que sean instrumentos muy valiosos. Uno de los estudios que hice recientemente van en esta línea y los resultados son espectaculares. En ellos se va más allá de la movilidad ciclista. Van hasta el punto de mejorar  el bienestar general de la persona. Se siente más  feliz, más contenta con su cuerpo, se siente más capaz que antes, etc.