A las puertas del cambio de estación, las Rías Baixas vivieron este domingo una jornada especialmente calurosa. Fueron muchos los que escogieron las playas para despedir el verano dándose un chapuzón.
Y es que el termómetro superó los 30 grados en varios puntos de la provincia. Así, la estación meteorológica de Campolongo registró hasta 31,8 grados; en A Lanzada se contabilizaron 31,2, y también Vilagarcía llegó a los 30,9 grados. Mientras, Bueu se quedó con 28 y Marín también sumó 31.
En los concellos del interior las temperaturas también registraron valores propios del verano. Es el caso de Caldas, con 31,3 grados o Lalín, que se quedó en 29.
Mientras, las temperaturas mínimas no bajaron de 17 grados en las Rías Baixas.
El tiempo estival continúa. Según las previsiones de Meteogalicia, se esperan para este lunes cielos poco despejados y temperaturas de nuevo altas en general. En Pontevedra el termómetro oscilará entre los 18 y los 29 grados.
SEQUÍA. En la otra cara del calor es la sequía. La cuenca del Lérez continúa en prealerta de sequía, a pesar de las lluvias de la semana pasada.
En declaraciones a la Radio Galega la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez volvió a mostrar su preocupación por la situación en Galicia y advirtió de que la situación sigue siendo "preocupante e grave" en un contexto de sequía "a nivel europeo". Por este motivo insistió en la necesidad de reducir el consumo de agua y hacer un uso responsable de los recursos.
