Cinco planes para disfrutar de Vilagarcía en familia

Desde observar la ría de Arousa a vista de pájaro hasta recorrer sus calles más históricas. Te mostramos cinco propuestas que hacer en tu visita a la localidad
Paseo marítimo Vilagarcía. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Paseo marítimo Vilagarcía. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La ría en un vistazo desde sus miradores

Una de las ventajas de Vilagarcía es que, además de contar con grandes atractivos en cuanto a su mar y playas, permite descubrirla desde las alturas gracias a las dos formaciones montañosas que la rodean. El monte Xiabre ofrece una vista panorámica desde su cumbre, Meda, gracias a la cual se puede divisar una gran extensión de la Ría de Arousa con sus polígonos de bateas. Fontefría, un área de descanso situado cerca de la cima, se presenta como una opción ideal para un plan de picnic en familia gracias a sus mesas de piedra y su entorno rodeado de árboles y cascadas, además de las diversas rutas de senderismo que discurren por el pico.

La otra montaña que se erige sobre la localidad es Lobeira. Cuenta con uno de los mejores miradores de Vilagarcía asentado en el que antaño fue el castro Lupario, ofreciendo unas vistas inmejorables de toda la Ría y gran parte del valle de O Salnés. Hoy en día se conservan restos de la muralla defensiva que circundaba los puntos más desprotegidos, y en su ascenso hasta la parte más alta tendrás que caminar por unas escaleras labradas en roca que harán de tu camino toda una aventura. 

Cortegada, el mayor bosque de laurel de Europa

La Isla de Cortegada, situada en la desembocadura del río Umia frente a Carril, forma parte del Parque Nacional das Illas Atlánticas y cuenta con el mayor bosque de laurel de Europa. Dos hectáreas y media en la parte norte de la isla (la mitad de su superficie total) integradas por ejemplares que llegan a elevarse hasta trece metros del suelo. 

Este islote, el más grande de los que conforman el archipiélago y que está incluído en la Ruta Xacobeo Marítimo-Fluvial, ofrece visitas guiadas a pie, en barca o kayak para conocer de cerca su fauna y flora y las edificaciones que se erigen en ella, como la ermita de la Virgen de los Milagros. Las únicas formas de acceder a este enclave natural son en embarcación o a pie, cuando la marea baja lo permite. Podrás disfrutar además de su kilómetro y medio de playa con vistas a la ría de Arousa y a la Sierra del Barbanza.

La riqueza arqueológica de Os Ballotes y Castro Alobre

Los petroglifos de Os Ballotes y Meadelo en Bamio, así como los castros de Alobre en Vilagarcía, demuestran la enorme riqueza arqueológica de la que goza la comarca. 
El Castro de Alobre se erige como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del noroeste peninsular. Situado en pleno centro de la localidad, en el promontorio de O Montiño, al que se puede acceder por dos accesos (la calle Vistalegre y el parque botánico Valdés Bermejo), ofrece la posibilidad de viajar a través del tiempo y entre diversas culturas como la castreña, pasando por la romanización. Los trabajos de excavación han registrado más de 20.000 elementos diferentes de alto valor etnográfico y artístico que hacen de este un lugar idóneo para empaparse de cultura.

Sin salir de Vilagarcía, en la parroquia de Bamio, encontramos la estación de Os Ballotes, en la que se pueden distinguir diferentes zonas de petroglifos con inscripciones sobre granito datados en la Edad de Bronce que no se descubrieron hasta principios del Siglo XX. Se recomienda su visita coincidiendo con el atardecer, cuando la incidencia de la luz solar favorezca la visión sobre estas representaciones rupestres.

“La ruta del colesterol” y el puerto deportivo

Como en toda villa costera que se precie, el puerto juega un papel importante en la historia de Vilagarcía. En una simbiosis entre infraestructuras y naturaleza encontramos el puerto deportivo, que con cerca de 500 amarres para todo tipo de embarcaciones lo convierten en uno de los principales embarcaderos de Galicia bajo la atenta mirada de las playas de Compostela y A Concha. En su contorna se ubica la Zona Tir, un espacio que cuenta con bares, pubs, bocaterías, McDonald´s, además de un cine para disfrutar de un todo en uno en familia.

Al norte, Vilagarcía cuenta con un extenso paseo marítimo de más de 2 kilómetros de distancia que recorre las playas de Compostela y A Concha y que une a la villa con la parroquia de Carril. Bautizado por algunos como el paseo del colesterol,  permite disfrutar de las vistas a la Sierra do Barbanza a pie o en bici a la vez que cuenta con diferentes establecimientos en los que parar a tomar un descanso.

Sumérgete en el casco antiguo

Desde la plaza de Abastos hasta A Baldosa, el casco antiguo de Vilagarcía recorre las avenidas más emblemáticas y concurridas del municipio. Partiendo desde la plaza, una de las construcciones con mayor importancia del siglo XX, podrás visitar el barrio de pescadores de O Castro. Un lugar repleto de historia enmarcada a través de sus pequeñas casas marineras, actualmente renovadas a través de su uso hostelero, en el que podrás disfrutar de todo tipo de refrigerios.

En dirección al puerto se encuentra la Antigua Plaza de la Pescadería, el primer gran edificio público de la villa que actualmente acoge eventos y actividades culturales y gastronómicas. La siguiente parada es la avenida de A Mariña, claro ejemplo de evolución urbanística del municipio en el que destaca la Alameda, lugar de encuentro y paseo para los vecinos ourensanos. Finalizamos el recorrido en A Baldosa, el centro de la vida social del pueblo. Toda la calle se encuentra repleta de bares, tabernas y zonas de tapeo en las que coronar un día conociendo la ciudad.