ORGANIZADOR Y ARTISTA MUSICAL

Pepe Álvarez "Para mí el Auditorio de Vilagarcía es como mi segunda casa"

Productor musical, realizador, artista y, sobre todo, un gran dinamizador de la cultura local de Vilagarcía. Se trata de Pepe Álvarez, el baluarte cultural que recibirá un homenaje por su gran disposición e implicación con el pueblo este sábado en el auditorio municipal
Pepe Alvarez que sera homenajeado por el Concello de Vilagarcia
photo_camera Pepe Álvarez junto al auditorio municipal. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Una supuesta rueda de prensa fue la excusa para convocar a Pepe Álvarez, uno de los referentes de la cultura de Vilagarcía, el pasado martes con motivo de anunciarle la convocatoria de un homenaje sorpresa en el que él será protagonista. El fin de dicho homenaje es agradecerle su disposición a ayudar a los demás, poner al resto por encima de sí mismo y a darle un impulso definitivo a  decenas de proyectos.

Se puede decir que no hay evento cultural en el que no esté involucrado, ¿qué le motiva a participar y organizar tantas actividades?
Me inicié muy joven, a los 16 años prácticamente, y poco a poco fui empezando a colaborar con organizaciones y asociaciones. Así llevo ya desde el 66 cantando y haciendo teatro aficionado. Cuando ya llevas un tiempo te empiezan a llamar de asociaciones y de ONGs para colaborar en trabajos, y ahí es cuando empiezas a sentir una gran satisfacción por hacer algo por personas que lo necesitan. Puedo decir que mi felicidad está en eso, estoy seguro de que repercute en la salud tanto física como mental, por eso llevo metido en estos proyectos toda mi vida. De hecho, cuando asistí a la rueda de prensa el martes, fui totalmente engañado porque yo solo iba a participar en ese acto por un supuesto festival para unos niños enfermos.

¿Cuál es la tradición teatral en Vilagarcía? ¿Y sobre los coros? 
Yo lo que más manejo es a nivel coral, aunque también hicimos teatro aficionado. El Coro Liceo, del que fui presidente, nació en el Liceo Marítimo que antiguamente se llamaba Recreo Liceo, allá por el 1900, y ya había gran tradición de hacer teatro y de hacer zarzuelas en Vilagarcía. De hecho, por la década de los 80, había un grupo de teatro muy importante, el grupo Ítaca de Vilagarcía, del cual salieron actores como Carlos Blanco o Josito Porto. En mi caso dirigí durante 15 años un grupo de teatro de Vilanova y siempre tuvimos mucha vinculación con el teatro. Y los coros igual, en Vilagarcía hay una tradición coral y, de hecho, hay bastantes grupos. Yo empecé cantando como mucha gente, en las parroquias. Después ya pasé al Coro Liceo, el cual fundé junto con otras personas en 1981. También canté en el Coro de Cámaras de Pontevedra, que era muy importante en aquella época. Además, estuve con otro grupo, el grupo Chapala, en el que solo éramos 7 personas y hacíamos canción sudamericana. El Coro Liceo es el que perdura en el tiempo, tuvimos mucha suerte de que nuestra antigua directora, Margarita Guerra, tuviese muchos contactos. Nos convertimos en uno de los tres coros de Galicia que hacen ópera, muy pocos tuvieron esa oportunidad. Solo espero que la tradición continúe, que cantar es muy bonito.

Ha vivido la evolución del Auditorio Municipal de primera mano. ¿Qué peso tiene para usted, en su trabajo y su vida?
Para mí el auditorio, desde el 2003 que se inauguró, es como mi segunda casa. Con los técnicos me llevo de maravilla, con Ramón Caldas, que es el jefe técnico, y todos los demás que hacen esto posible. El escenario lo conozco como la palma de mi mano, de hecho, yo sugerí muchas cosas que iba viendo en otros teatros importantes. Con el tiempo se fueron haciendo pequeños cambios que supusieron una evolución muy grande en el aspecto escenográfico, y es que cuando se construyó no había técnicos cualificados, hubo que ir aprendiendo, por eso tiene mucho mérito toda esta gente. La pena del auditorio, siempre lo digo, es que cuando se hizo no se le diera un poco más de altura al escenario para poder albergar espectáculos de más categoría, algunos no pueden venir porque para los cambios de escena no tienen suficiente espacio. Aún así, tenemos uno de los mejores auditorios de Galicia, su capacidad no es comparable, solo el de Santiago lo supera. Se puede decir que el auditorio sigue creciendo a día de hoy, sobre todo en programación, aquí hay de todo: teatro, danza, música...

Su implicación en tantos proyectos, ¿le deja tiempo libre? ¿Cuál es su manera de desconectar?
El tiempo libre te lo buscas, yo siempre digo que un señor que se va a las siete y media de la mañana a pescar es porque le gusta mucho, sino no iba a pasar frío. Yo no trabajo, tengo 72 años y aun trabajando en su momento, cantaba todos los días de la semana. En aquel momento estaba en tres grupos. Por una parte, durante 11 años tuve que ir tres veces a la semana a ensayar a Pontevedra y llegaba a mi casa a las 12 de la noche. A esto le sumo el Liceo aquí, más las actuaciones, viajé por toda España y por el extranjero. Cuando estás metido en algo así, tu tiempo es para estudiar las partituras y las obras, además de los ensayos programados. Para mí es lo mismo que una persona a la que le gusta ir a jugar al fútbol o cualquier otro deporte. No es un trabajo, es un hobby, una afición donde te lo pasas muy bien. Además, cantar ayuda muchísimo a una serie de aspectos relacionados con el ánimo, y es cierto.

¿Qué significa para usted Vilagarcía?
Yo no nací en Vilagarcía, nací en Tomiño porque mis padres eran de allí, pero no llegué a vivir en aquel lugar. Llegamos a Vilagarcía en el año 58 y nada nos aseguraba quedarnos aquí porque mi padre era militar y esa vida no sabes dónde te puede llevar. Aquí fuimos y somos muy felices, lo tenemos todo, estudiamos y trabajamos, todo lo bueno y lo malo nos ocurrió aquí. Para mí no hay otro lugar para vivir como Vilagarcía, sin duda, es el lugar más bonito.

¿Cómo se siente viendo el agradecimiento de tantas personas y lo respetado que es por el pueblo?
Desde el momento en que me dieron la sorpresa, le empecé a dar vueltas y pensé que, quizás, voy a recoger el fruto de algo que ni pensaba porque cuando se participa en este tipo de actos no te planteas un homenaje. Entonces, empecé a buscar en mi interior y pensé: "algo positivo ven en ti para que te hagan esto". La gente aprecia el haber hecho cosas desinteresadamente. La satisfacción de hacer todo este tipo de cosas no me la quita nadie. Cuando hay un espectáculo y tengo que ir al auditorio a las 8 de la mañana, no me cuesta, voy feliz porque voy a hacer algo que me gusta y a estar con un grupo de gente maravillosa. Y después, cuando llega la noche y ves tu trabajo ahí expuesto para que la gente lo aplauda, duermes muy bien, muy tranquilo.

¿De qué manera motivaría a otra gente a dedicarse al ámbito cultural?
Es una pena que la gente no colabore más porque se pueden hacer muchísimas cosas, hay gente a la que le gusta bailar, cantar, el teatro, y otro tipo de espectáculos que deberían probar. A veces las personas se "asustan" cuando ven el trabajo y el estudio que supone participar en nuestro coro. Sin embargo, tras los espectáculos estas personas quedan encantadas, deseando que llegue el siguiente. Cuando ves todo bien organizado, el escenario, el vestuario, las luces, el decorado, los actores preparados, el grupo de baile, es una gran satisfacción que ayuda y anima mucho a la gente a participar. Entonces yo les diría que probasen, aunque muchos dicen que cantar es aburrido, pero eso no es cierto, porque se canta de todo. Por ejemplo, nosotros ahora estamos preparando un con- cierto de folclore del mundo para el ayuntamiento que es precioso. Y es que este trabajo no es solo lo que se ve, también es lo que hay después, es decir, por ejemplo nosotros tenemos la costumbre de ir a tomarnos unos vinos después del ensayo. Por lo tanto convives muchísimo con la gente, te ríes mucho, te lo pasas bien. Al final también es ocio, yo me voy a ensayar y me olvido de absolutamente todo, como si fuese una terapia.

Como organizador, su labor es muy importante. Sin embargo, siempre está por detrás en los actos, donde no se le ve. Este sábado será usted el protagonista. ¿Cómo se ha sentido de cara a la celebración?
A la hora de regir un espectáculo, tú estás por detrás, a veces sales, pero no siempre. El espectáculo es fruto de un trabajo de personas y, al final, te gusta y te preocupas de que salga bien. Se trata de un trabajo muy creativo, muy bonito y muy satisfactorio. Con la sorpresa me sentí feliz y muy valorado, pero sé que lo voy a pasar mal porque van a aflorar muchísimos sentimientos, van a producirse cantidad de cosas allí. Como ya hice homenajes a otras personas sé cómo se vive eso, aunque no deja de ser una cosa bonita. ¿Que hay que llorar? Pues lloraremos, no pasa nada, ya lloré mucho el martes. Lo importante será pasárselo bien y, sobre todo, dar las gracias a toda la gente que lo organizó: al Concello, la concejalía de cultura, Julio, Enrique y todos los que pensaron en hacer esto.