Los cauces del río Magdalena, que atraviesa Colombia, el Orinoco, el Paraná o el Amazonas, que cruzan varios países, están gravemente contaminados. Los mares, grandes receptores de residuos en todo el mundo, acogen en su lecho narcosubmarinos, pero también pesqueros y otras embarcaciones, que muchas veces hunden los grupos criminales, pero que en otras ocasiones son enviadas a pique por orden de autoridades de distintos países, a cañonazos. Un problema global que emana del narcotráfico, que también incluye una tremenda deforestación en los citados puntos para la generación de campos de cultivo de hoja de coca, base de la cocaína, y para la construcción de viales clandestinos que unen las zonas de producción con el mar, afecta también a Galicia en general y a las Rías Baixas en particular.
Ya no son solo los cascos de los semisumergibles y de otras embarcaciones, construidas en fibra de vidrio, cuya destrucción es prácticamente imposible y que terminan transformados en plásticos, sino también los líquidos sobrantes en el proceso de producción, que acaban en la ría de Arousa y, últimamente, en gran medida, en el río Miño, en cuyas orillas se sitúan muchos de los astilleros en los que se construyen las narcolanchas que se utilizan en el tráfico de hachís en el Sur de España.
La bióloga marina Corin Cocan, de la universidad de Brighton (Reino Unido), halló 7.000 fragmentos en especies en una zona afectada por presencia de embarcaciones fabricadas en fibra de vidrio mezclada con otros materiales, como ocurre con los narcosubmarinos. "La fibra de vidrio es filtrada por mariscos marinos o se aferran a las conchas de pequeñas pulgas de agua y las hunden en el fondo marino. El material particulado acumulado en el estómago de los mariscos puede bloquear sus vías intestinales y eventualmente conducir a la muerte". Y todo ello acaba en el ser humano, con consecuencias muy poco estudiadas hasta el momento. "Los botes abandonados ahora son una vista común en muchos estuarios y playas, con fugas de metales pesados y micro vidrio: realmente debemos comenzar a prestar atención al peligro que representan para la salud humana y las amenazas a la ecología", concluye.
Vertido en Vilagarcía
Otro elemento muy dañino para la salud es el combustible. Precisamente el hundimiento de El Poseidón en la ría de Arousa acarreó un importante vertido que llegó a la playa de Compostela, en Vilagarcía.
También se ve afectada la salud de las personas que trabajan con estos materiales para organizaciones criminales. El manejo y la respiración de ciertos gases genera patologías de toda clase, por no hablar de los que se aventuran a travesías transoceánicas dentro de semisumergibles. Este periódico informó, al mismo tiempo que de la incautación de Vilaxoán, de la muerte de dos narcotransportistas por inhalación de gases dentro de otro de esos aparatos.
Rueda: "Precisamos concienciación"
El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, se lamentó este miércoles de que las noticias relacionadas con el tráfico internacional de drogas sean más notorias cuando, como en el caso del semisumergible de Vilaxoán, sean negativas, y pide la misma repercusión cuando las fuerzas de seguridad obtienen grandes éxitos.
Rueda pidió más medios y apostó por la "concienciación social" como receta para combatir el narcotráfico.
Traslado a Vilagarcía
El semisumergible Poseidón localizado el martes en la ría de Arousa fue trasladado este miércoles a una nave en Vilagarcía para su inspección a fondo.
Este semisumergible, muy similar al que quedó varado en una playa de la ría de Aldán a finales de 2019, estará custodiado por las autoridades en la explanada portuaria y acabará depositado en una nave.
