En la primera edición de Foromar, celebrada en Vilagarcía, se hacía público el compromiso del Gobierno de igualar las exigencias para la jubilación entre las mariscadoras y el resto de los trabajadores que realizan la misma labor a flote, y en la segunda, que comenzó ayer en el Auditorio Municipal de Vilagarcía, uno de los retos que se plantea es que la misma equiparación se extienda a un colectivo formado exclusivamente por mujeres, las rederas, y también a quienes se juegan el tipo arrancando percebes de las rocas.
El trabajo que realizan las mujeres no es complementario ni secundario, afirmó la secretaria de Igualdade de UGT, Trinidad Campos, pero este colectivo no deja de ser el "esquecido", añadió, además de denunciar que hasta la fecha no hubieran estado representadas en las mesa de negociación en las que se deciden sus condiciones de trabajo.
Urge una reforma del catálogo de enfermedades profesionales, subrayó la sindicalista, que recoja las que se derivan de trabajar bajo el sol y la lluvia, en un ambiente húmedo y con las espaldas dobladas, como sucede con estos colectivos.
"De momento la igualdad está en el BOE", reconoció la vicesecretaria de UGT, Cristina Antoñanzas, que habló de la "violencia económica" que supone la discriminación a la que están sometidas las mujeres y les impide desarrollar sus carreras profesionales. "Muchas veces sois el eje de la economía familiar", apuntó. La diputada provincial Ana Mejías señaló que las mujeres se adelantaron en la puesta en práctica de las políticas transformadoras que promueven la sostenibilidad de la actividad en el mar.
La dureza del trabajo que realizan las mujeres y su importancia son dos características sobre las que llamó la atención el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, además de subrayar la sensibilidad mostrada por el Gobierno. Eduardo Abad, presidente de UPTA, abrió el turno de intervenciones del acto inaugural recordando los avances logrados en un año y el reto que supone equipara las condiciones de las rederas a las de las mariscadoras.