Manuel Osorio Lozano: “Ayudamos a transformar vidas”

El presidente de Venezolanos en Pontevedra llegó a O Salnés hace 23 años ▶ Actualmente participa en el proyecto Galicia Activa, que trata de integrar al colectivo de gallegos que retornan
photo_camera Manuel Osorio para Vida Salnés. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Mi historia
Llegué hace 23 años. Mi padre es del Salnés, Vilanova de Arousa, y marchó a Venezuela a los 17 años. Yo me vine aquí cuando no había cambiado el régimen y no esperaba hacer una vida de tantos años. A Galicia la amo, la quiero y me siento en mi casa. Pero tenemos una realidad en nuestro país y esa es la pasión que me mueve: el colectivo nuestro, los que vienen, los que están, los mayores nuestros, esa integración con todos. Tenemos un proyecto que se llama Galicia Activa. En ese proyecto estamos aglutinados, en la zona del Salnés, alrededor de unas 3.200 personas y a nivel de toda Galicia estamos hablando de más de 25 mil personas. Soy presidente de la Asociación de Venezonanos en Pontevedra y aquí estamos para luchar por nuestra sociedad.

Háblame de la historia de tu familia.
Mi padre me contaba que cuando él marchó, lo hizo principalmente porque aquí había mucha necesidad y él quería buscar una nueva vida, ganar dinero para poder enviar. Supongo que también, por lo que a veces hablábamos, iría por un corto tiempo y ese corto tiempo significó el quedarse hasta la edad de ochenta y tantos años. Venezuela para él fue su segunda tierra. 

Pero tú decides volver.
Cuando yo decidí venirme encontré aquí los brazos abiertos de mis tíos, mis tías, abuela y realmente fue maravilloso porque me sentí en casa. 

¿Llegaste como ciudadano español?
Cuando vine no traje la documentación completa, pero sí había estado registrada mi acta de nacimiento y cuando llegué aquí lo que hice fue llevar esa acta y al mes y medio ya estaba solucionado todo.

Como era la vida familiar con tu padre en Caracas? Hablaba de Galicia?
Si, hablaba constantemente. Esa morriña siempre existió. Y eso me lo inculcó desde niño. Entonces para mí el deseo era algún día venir, compartir, conocer. Y cuando llegué me encontré lo que él me transmitió. Para mí no era una tierra extraña.

¿Regresas forzado o en busca de tus raices?
En busca de mis raices. Hace 23 años Venezuela no estaba como actualmente. No preveíamos que ese éxodo iba a suceder. 

¿Qué te impulsa?
Me impulsa que, desde niño, siempre quise saber de dónde venía. En principio cuando vine me dije ‘voy a estar un año o dos y después vuelvo’. Fueron pasando tres, cuatro, o cinco, hasta 23 años y ahora no pienso en volver. Aquí lo tengo todo.

¿Tu padre vivía cuando viniste?
Sí, mi padre vivía.

¿Y qué te dijo?
Me dijo, ‘haces muy bien, anda’ y me apoyó.

Y formas familia aquí.
Formo familia con mi esposa y mis dos hijos. Mi esposa es gallega cien por cien, nunca ha ido allá pero tengo el deseo que vaya y conozca también.

¿Cuándo te conviertes en un activista a favor de la comunidad venezolana?
Hace 16 años. La primera asociación de venezolanos, la Hermanda Venezolana das Rías Baixas, uno de sus promotores fui yo y el primer presidente. 

¿Por qué lo haces?
Porque había esa necesidad de mantener parte de nuestras raices culturales, que son una mezcla del gallego, el portugués, el italiano. Además ya existía en aquella época una colonia que iba en aumento y nos organizamos para ayudar a algunos a poderse establecer; pero era más la parte cultural.

¿Cuál es el foco hoy?
Hoy atendemos, a la semana, a unas cuarenta y tantas personas. Hemos ayudado a la comunidad, sean de la nacionalidad que sean, y hemos logrado en los últimos tres años más de 400 puestos de trabajo y hemos ayudado a más de cuatrocientos y pico certificados de profesionalidad. Hemos ido más allá porque nuestra gente, los que llegan, los que retornan, necesitan acompañamiento, asesoría, y eso es lo brindamos. Actualmente estamos asesorando a unas 635 personas que tienen pensado retornar a Galicia.

¿Todo a raíz de la crisis venezolana?
Sí. Fuimos compenetrándonos más ante la necesidad. Primero recaudando medicamentos, ropa, eso fue en aumento. Después vimos que teníamos que ayudar a las personas para habitación, para el trabajo, formación, documentación. 

¿Qué es Galicia Activa?
Galicia Activa para nosotros es importantísima. Yo tengo el privilegio de que me acompañan 16 personas de diferentes nacionalidades, venezolanos y españoles. Están dándolo todo para integrar a todo ese colectivo de esos gallegos que retornan. Galicia Activa es una red que creamos en redes sociales para estar agrupados y colaborar. 

Manuel Osorio con un cartel de Galicia Activa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Manuel Osorio con un cartel de Galicia Activa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Cuando tu regresas, ¿viviste el shock cultural?
Yo vine por descubrir algo que era mío también y que quería recuperar. Yo tenía que volver, sentía en mi corazón, en mis entrañas, que tenía que venir. Era algo necesario. 

¿Y el choque de caracteres?
Sí. Nosotros somos de muchos besos, abrazos. Aquí no tanto. Pero mi familia me recibió muy bien. No puedo decir que llegué a una casa extraña. Quizás me lo facilitó que estuve dos años y medio en Suiza donde la gente era muchísimo más fría y más desconfiada. Cuando venía aquí cada dos o tres meses, esto para mí era Latinoamerica, esto era maravilloso. A veces en Galicia no nos damos cuenta que aquí humanamente hay mucho más calor y sí se demuestra el cariño. Cuando el Latinoamericano viene aquí, no quiere irse. Galicia engancha.

¿Qué es un emigrante?
Un emigrante es todo aquel que busca esa parte de su vida que necesita sentirse realizada. Y eso hace que las persoans busquen un camino. Para mí es tener paz, sentirse realizado.

¿Cómo son los emigrantes con los que trabajas?
Cuando hablas con ellos te encuentras con personas que vienen con una vitalidad, y estamos hablando de personas de hasta 67 años, 68, que allá tenían una vida productiva. Hemos tenido que actuar en muchos casos porque entran en un estado de estrés, se sienten frustrados y nuestro objetivo es canalizarlos. También nos vienen jóvenes. No vienen con los estudios homologados o con sus papeles en regla. Hay personas que nos han llegado porque su vida está en juego. Son españoles que no están recibiendo una atención médica como es debida y tienen que agarrar una maleta por su salud. Atendemos una gran variedad de casos. Buscamos que se le brinde una oportunidad a esta mano de obra cualificada que creo que Galicia tiene que aprovechar. 

¿No sois activistas políticos?
No. Porque como sociedad civil no podemos cometer los mismos errores que quizás cometimos allá. Y los errores que cometimos allá es que dejamos todo en las manos de los políticos, y la sociedad civil tiene que tomar sus propias decisiones y decirles a los políticos lo que queremos. Y queremos libertad, la cultura, educación, queremos trabajo, queremos vivir dignamente y eso tenemos que lucharlo todos, no dejar al papá estado que lo haga todo.

¿Cómo sois los venezolanos?
Tenemos muchos sueños. Soñamos. Lo visualizamos. Vemos todo este potencial que hay y lo queremos agarrar en un puño. Queremos dar. Queremos mostrarle a Galicia, a los nuestros, que juntos lo podemos conseguir. Que podemos construir una socedad digna.

¿Y los gallegos?
El gallego es luchador, trabajador, sacrificado. Lo vi en mi padre: ingenioso, alguien que podía caer pero se levantaba porque tenía esa bandera de que sabía que nada era imposible para él. Y eso me lo transmitió. Es un pueblo que realmente lo ha sudado, lo ha vivido. 

¿Os une la lucha?
Tenemos que ser un pueblo que lucha y se sacrifica por conseguir un objetivo. Nuestras tierras son hermanas: son hijos, somos primos, España para mí no puede vivir sin Latinoamérica y Latinoamérica sin España no puede vivir y sin Galicia menos todavía, mi padre es de aquí: Manuel Osorio Leiro. 

¿Y tu madre?
Mary Maudí Lozano Fernández nacida allá, pero mi tatarabuelo nacido aquí también. Tengo tres hermanos. También vinieron hace unos años.

¿Qué consejo le das a quien piensa dejar Venezuela y venirse a Galicia?
Que esa venida sea estudiada y consultada. Para eso estamos como asociación. Y no actuar a las primeras. Podemos brindar una asesoría online, podemos conectarnos con ellos y ahorrarles, a veces, muchas penurias o situaciones por no venir en una forma ordenada. 

¿Cómo se llama tu esposa gallega?
María Jesús.

¿Y qué piensa María Jesús de tu activismo?
Uf! A veces dice ‘¿Cuándo vas a parar?’ Tu no puedes solucionar el mundo. Pero es mi pasión. No juego fútbol, no juego béisbol, para mí es como algo que te inyecta energía cuando ves una sonrisa, cuando ves a alguien que te dice “Oye, ya estoy trabajando, Gracias!”. Mi pasión es ayudar.

¿Y tus hijos?
Elías y Manuel. En el último proyecto que hicimos, mi hijo menor, Elías, fue el que me ayudó a llevar la contabilidad cuando ayudamos a trasladar a más de 100 personas. Mis hijos me han apoyado al cien por cien. Y toda la gente que está atrás mío. 

Sois un equipo.
Hemos formado un equipo y lo que más admiro de todos ellos es que nuestra asociación no recibe ningúna subvención. Todo es voluntariado sin ánimo de lucro. Tenemos nuestro local donde atendemos a todo el Salnés y Pontevedra. Estamos en la rúa Sor Lucía en la Casa Azul, número 4, oficina 50. La mayoría de los socios aportamos un euro al mes y eso tenemos que multiplicarlo. 

TEST DE VIDA

¿Una palabra?
Paz.
¿Un lugar?
Galicia.
¿Una persona?
Mi madre, Mary.
¿Una cosa?
La bandera de Venezuela.
¿Una herramienta?
Mi móvil porque con él ayudo a muchísima gente y ayudamos a transformar vidas.
¿Alguien imprescindible?
Mis hijos. 
¿Qué es la vida?
La vida es saber que has puesto de ti para dejar una huella que tus hijos, tus nietos y tu descendencia pueda seguir ese camino, para ayudar a que el mundo sea diferente. Dependerá de todos nosotros.