Comisario central de estupefacientes

"Estoy convencido de que abordaremos un semisumergible con cocaína en altamar"

Con un historial incomparable, ha detenido a los principales capos de Galicia y a los extranjeros que decidieron trabajar la cocaína a través de las Rías Baixas. Este viernes recibe el premio Nécora de Oro en Vilagarcía
Antonio Duarte. RAFA FARIÑA
photo_camera Antonio Duarte. RAFA FARIÑA

Recién llegado a Pontevedra desde Madrid (durante la tarde de este viernes recogió en Vilagarcía su Nécora de Oro de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico), el máximo responsable antidroga de la Policía española hace una completa radiografía del escenario internacional con el acento puesto en lo que sucede en Galicia.

¿Cuáles son los cárteles más potentes hoy por hoy a nivel mundial?
A día de hoy no se habla de cárteles en Colombia. Sí existen en México, el Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa. En Colombia, tras la detención de Otoniel, se han vuelto a atomizar. En Europa dominan el escenario el Cártel de Los Balcanes, la Ndrangheta, que es muy poderosa, la Mocro Maffia y los irlandeses, si hablamos de cocaína. Si me preguntas por heroína tenemos que mencionar a turcos y búlgaros.

El escenario está cambiando constantemente. ¿Qué destacaría?
Lo más novedoso en cocaína es la aparición de África Occidental y Turquía, convertidos en enclaves para la recepción y almacenamiento de droga. También destaca el envío de hachís hacia Brasil y el posterior regreso con cocaína. En España ha tomado gran importancia Canarias. Mafias de varios países se han establecido en Las Palmas y Tenerife con la intención de introducir cocaína hacia Europa. En cuanto al hachís, un punto relevante es Senegal. Se está enviando droga en grandes cantidades por el Sahel hacia Libia. También es novedosa la llegada de veleros hacia el Este de Europa. La metanfetamina va ganando fuerza y estamos atentos, lo mismo que al fentanilo, que es un problema tremendo en Estados Unidos y Canadá procedente de México.

¿Han cambiado los medios de transporte?
Han aparecido drones aéreos y marítimos, además de los semisumergibles, las lanchas de bajo perfil, un sistema clásico de hace años que vuelve con fuerza, y por supuesto los contenedores, con todas sus variedades. El sistema del laboratorio de Galicia es uno de los elementos más novedosos que hemos visto en los últimos años, tanto por la cantidad de pasta base intervenida como por el sistema de ocultación y el hecho de que trabajasen mexicanos, colombianos y canarios en Pontevedra. También evitamos un gran vertido de productos químicos al suelo y al río Lérez.

Hablemos de narcosubmarinos.

Los dos semisumergibles son hallazgos que vienen a confirmar la teoría de la Policía de que desde hace muchísimos años se ha introducido mercancía a través de este sistema. Solo hay uno o dos grupos gallegos con capacidad para esta maniobra, que trabajan desde hace tiempo de la mano de organizaciones colombianas. Allí fabrican los semisumergibles y llevan a cabo todo el trayecto una o dos veces al año. Hemos tenido suerte de que los artilugios hayan aparecido en las rías, porque de ese modo constatamos algo que sabíamos. A la hora de su interceptación, estoy convencido de que vamos a terminar abordando un semisumergible cargado en altamar, tal y como ocurre en el Pacífico. Nuestros GEO lo harán.

Galicia sigue siendo un lugar especial para el narco.
En Galicia el trabajo es muy especializado, muy diferente al que se realiza en el resto de España. No se puede pasear por O Salnés para ver qué se encuentra. En la Brigada Central marcamos unos objetivos claros que apuntan a la cabeza de las organizaciones. Las policías europeas intentar copiar el modelo de trabajo que hemos establecido en las Rías Baixas.

El modelo de Galicia, dice. ¿Cuáles son las claves?
La idea es hacer el mínimo ruido posible y que las detenciones acaben en condena en los juicios. Si algo quieren copiarnos en Europa es el método para conseguir detenidos de calidad, auténticos números uno, algo que hemos hecho en los últimos 50 años en la provincia de Pontevedra con Sito Miñanco, Laureano Oubiña, David Pérez Lago, Franky Sanmillán, Los Charlines, Alfredo Cordero, O Mulo, El Presidente, Saro (actualmente en fuga), Carlos Ruiz Santamaría, Parido, Vélez Garzón, Canto Nine, Coletas, Los Boyacos y, más recientemente, Pombar Cameán, Paul Wouter (Sergio de Carvalho), Los Santorum, Carlos Silla, El Matador o Hernando Sánchez Rey.

Volvamos a Cotobade. ¿Qué supuso este hallazgo?
Puedo decir que se han detenido a los máximos dirigentes de la organización responsable del laboratorio, tanto la parte colombiana en Madrid como los canarios y los enlaces con los mexicanos, además de los trabajadores que estaban en Cotobade. Había muchas personas implicadas porque la rentabilidad es muchísimo mayor, ya que ellos mismos obtienen el clorhidrato. Es el sistema que quieren implantar en Europa. En este caso decidieron instalarse en Pontevedra porque la dueña de la casa tenía relación directa con uno de los sospechosos de Canarias. Además, es una zona rural y, al no contar con los gallegos, pensaban que conseguirían esquivar la acción de la Policía. Otro aspecto relevante es la cercanía con Portugal. La pasta base entraba por Oporto y en muy poco tiempo ya estaba en Galicia. La colaboración internacional fue importante, tanto la Policía Judiciária como la Policía de Colombia aportaron datos. En este asunto también fue esencial la labor de la Fiscalía Antidroga y de la propia Audiencia Nacional.

¿Cuál es el rol actual de los traficantes gallegos?
El papel del narco gallego es el del narcotransportista, especialista en la introducción de la cocaína del mar a tierra. Posteriormente emplean mil y un sistemas para llevar la droga desde Galicia a Madrid, donde están las oficinas colombianas. La droga que se comercializa en Galicia es el pago que ellos reciben, independientemente de si la sustancia ha llegado en semisumergible, velero o mercante. El papel del gallego es el de ‘empresa de servicios’ que recoge la carga de la embarcación nodriza y la hace llegar al continente. Por otra parte, hemos desarticulado grupos gallegos trabajando el hachís, tanto en el Sur de España como en Tarragona. Pensamos que lo hacen para conseguir dinero para invertir en operaciones de cocaína, mucho más dificultosas. La fabricación de lanchas en Portugal y su traslado a distintos puntos es otra de las salidas que llevan a cabo desde hace años. Por otra parte, en la zona de África Occidental han sido detectados de forma habitual. Allí también juegan el papel de narcotransportistas, pero como hay tal excedente de cocaína, algo que también ocurre con la heroína, están ganando peso en el negocio.

Últimamente se ve mucho la ocultación de cocaína bajo la línea de flotación de los mercantes.
Los ‘torpedos’ adosados a los barcos son muy habituales. Se usan en muchos puntos de Europa y también en España. Se trata de una de las variantes más utilizadas en la actualidad.

¿Cuáles son los nuevos mercados para los grandes narcos?
Es muy importante el papel que está jugando Australia. Merced al excedente de cocaína, las organizaciones han buscado nuevas rutas y nuevos destinos. Estamos hablando también de Sudáfrica, Turquía, Arabia Saudí, Malasia o Rusia.

En los últimos tiempos se habla mucho de la Mocro Maffia. ¿Por qué?
La Mocro Maffia es un grupo peligrosísimo que entra en guerra por el control de los puertos con el resto de organizaciones criminales. El crimen organizado comporta un gran problema para la seguridad nacional. Tanto Holanda como Serbia y, últimamente, también Francia, han lanzado alertas en este sentido, algo que por ahora no ha ocurrido en España.

"La heroína sigue causando muertes en gente muy joven que arruina a familias enteras"

Este año se han realizado varias operaciones contra la producción de marihuana en Galicia. ¿Lo considera un problema?
Hace años que se viene detectando una enorme proliferación de plantaciones de marihuana en España, no tanto en Galicia, donde tienen escasa presencia por ahora. Los grupos que se dedican a esta droga son autóctonos, pero sobre todo albaneses y también chinos, búlgaros, serbios o polacos. Son organizaciones policriminales que se dedican tanto a eso como al hachís, a la cocaína o a cualquier sustancia, todo ello para enviar a Reino Unido, Países Bajos o Francia, pero también producen para el consumo nacional. Hay preocupación por los niveles de THC de la marihuana, que son mucho mayores que antes.

Los albaneses tienen fama de violentos y últimamente se están viendo episodios de ajustes de cuentas entre los criminales...
Una de las cuestiones que lleva aparejado el narcotráfico son esos ajustes, los robos entre ellos y, en definitiva, la violencia. La presión policial hace que no vaya a más, pero la Brigada Central de Estupefacientes está muy pendiente de ello a través de planes específicos en el Sur de España para evitar el incremento de estas acciones.

¿Cómo luchan contra los casos de corrupción que estamos viendo?
La corrupción existe, pero en España es una cuestión residual. Hay que reconocer la labor que realizan los servicios de Asuntos Internos, tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional, para evitarlo. Es muy importante la formación. Además, sabemos que traficantes han intentado silenciar a periodistas y que llegan hasta los políticos.

Otra droga que parece que nunca va a desaparecer es la heroína.
La heroína ha repuntado. La producción de opio ha crecido un siete por ciento, alcanzando unas 7.000 toneladas. Hemos hecho muchas operaciones últimamente, creo que efectivas, y afortunadamente no fallece un gran número de personas por ello. Me gustaría apuntar, eso sí, que sigue causando muertes por distintas patologías provocadas por este veneno. Los traficantes son responsables en gran medida de estas muertes, que siguen arruinando familias.

¿Qué escenario espera a corto y a medio plazo en el combate contra el crimen organizado?
Seguimos luchando contra el narcotráfico. Tenemos constancia de que hay mucha producción de toda clase de drogas y de que el crimen organizado está creciendo, no solo en España, sino en todos los países de Europa. La Policía lo combate con esfuerzo y España no es un sitio cómodo para ellos por la presión a la que les sometemos. Esa es nuestra única pretensión, seguir reduciendo el número de organizaciones, presionarles y luchar contra sus patrimonios.