La papelería Arines, de Vilagarcía, amaneció con una de sus cristaleras destrozada. Durante la noche, alguien rompió la puerta, entró en el local y lo abandonó llevándose un botín que oscila entre 300 y 400 euros que se guardaba en monedas pequeñas.
Como en otros establecimientos, también en este acumulan las monedas hasta completar una cifra más elevada para ingresarla en el banco. Cabe la posibilidad de que los autores del robo también se hubiesen llevado algún material, pero el comercio estaba en pleno proceso de cambio de escaparates y estanterías y de momento no fue comprobado ese extremo.
Al igual que sucedió en otros sucesos similares, quienes son sus víctimas buscan el lado positivo, y no es otros que el que estriba en la hora del robo, porque de haberse registrado durante la jornada laboral es probable que anduviesen de por medio amenazas o incluso agresiones. Y otra característica que se repite es que el valor del dinero que se llevaron no es lo más importante, sin dejar de serlo, ni tampoco los destrozos causados porque para esos están los seguros. Lo que puede marcar es saber que alguien accedió al local.
La Papelería Arines está ubicada en la calle Gumersindo Nartallo y a este establecimiento acudieron comerciantes ubicados en la misma vía a mostrar su solidaridad con las víctimas. En las conversaciones salió la preocupación ante lo que consideran una oleada de robos que se está viviendo en Vilagarcía y por los problemas de seguridad que consideran derivados de la proximidad de las instalaciones del SPAD, que se traduce en peleas y conflictos constantes.
