Carril contará con un albergue con vistas a la Ría de Arousa. La estructura del edificio inacabado que se situaba desde hace más de diez años en un espacio privilegiado de este rincón de Vilagarcía está cerca de terminar su transformación en un moderno albergue con vocación de ser una referencia arquitectónica y social. Este establecimiento tendrá una posición central en la llamada Variante Espiritual del Camino de Santiago. La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y el alcalde, Alberto Varela, visitaron las obras, que se espera que terminen el 31 de julio, y que contaron con un presupuesto de 600.000 euros aportados por la Deputación de Pontevedra a través del Plan Concellos,
La presidenta provincial, en el transcurso de la visita, destacó que "é unha obra que levo tempo querendo ver, porque este é un dos albergues máis singulares e fermosos de Galicia”. Carmela Silva vaticinó que el nuevo equipamiento, que ha sido diseñado por el mismo equipo técnico que proyectó la galardonada Escola Infantil de Vilaxoán "terá" premios de arquitectura. Y bromeó con que los peregrinos que se alojen en este albergue y que podrán gozar de una terraza con vistas a la isla de Cortegada y a la ría “non van querer marchar desta construción extraordinaria, así que o alcalde vai ter un problema”.
Por su parte, Alberto Varela destacó la aportación de la Diputación en el proyecto. “Eu teño unha filla que puido estudar en Vilaxoán grazas á Deputación, porque, por estraño que pareza, resulta que en Vilagarcía para as cousas que son competencia da Xunta temos que acudir á Deputación. Cando queremos algo importante a porta á que temos que chamar é a Deputación, que sempre vai da man cos concellos. En cambio, a Xunta actúa ou non en función da coincidencia do signo político”, dijo el alcalde de Vilagarcía, que recordó, además, que esta obra atravesó dificultades a causa de la pandemia, la crisis de suministros y el alza de los precios de las materias primas. “Vai ser un albergue marabilloso, cunha presentación e unha fachada marítima que será a envexa de moitos outros”, manifestó.
El albergue de Carril tiene capacidad para acoger a 33 personas. El edificio, que incluye criterios de sostenibilidad ambiental que reducen el consumo energético, incluyendo las placas solares para el agua caliente sanitaria, destaca por su imagen exterior y por el aprovechamiento total de la estructura de una vieja edificación que en su día quedó a medio construir.
El proyecto respetó el esqueleto de hormigón y el gran hueco central original para conseguir un sorprendente acabado interior en dos alturas. En este lugar se situó la gran caja de madera que acoge los dos pisos con cinco dormitorios comunitarios.
Los 500 metros cuadrados totales del albergue se reparten en tres pisos y cuentan con finca exterior. La recepción dispone de un vestíbulo y librería-biblioteca. Esta zona se comunica mediante una suave rampa con una lavandería y un espacio dedicado a bicicletas. A su lado, los servicios de climatización, agua caliente y recogida de residuos.
El primer piso y el bajo cubierta cuentan con una distribución similar en la que el ascensor y las escaleras del edificio desembarcan en un amplio distribuidor con consignas para guardar efectos personales, salas de estar, aseos y, en el espacio central, el bloque de madera de los dormitorios comunitarios, cada uno de ellos con seis literas.
