El agua del Ulla será controlada en Carril por medio de dos sondas

Los aparatos, fondeados este jueves, registrarán sus características durante dos períodos mareales de entre 15 y 20 días de duración
La instalación de los mecanismos de control fue realizada en la mañana de ayer. CEDIDA
photo_camera La instalación de los mecanismos de control fue realizada en la mañana de ayer. CEDIDA

Un nuevo paso en la implantación de un sistema del control medioambiental del río Ulla y su desembocadura en Carril (Vilagarcía) fue avanzado ayer con la instalación de dos sondas que van a monitorizar parámetros de calidad de las aguas (temperatura, pH, salinidad, conductividad y oxígeno disuelto).

Los aparatos de medición, colocados por la Estación de Bioloxía Mariña de A Graña, están fondeados completando, en una primera campaña, un ciclo mareal de aproximadamente 15-20 días.

Adicionalmente se realizarán mediciones de los niveles de clorofila, que está directamente relacionada con el contenido de fitoplancton, base de la cadena alimenticia.

El dato será relevante para avanzar en el conocimiento de los factores que afectan al crecimiento de las almejas y los berberechos, y complementarán los controles realizados por el Intecmar, profundizando en las causas de la menor producción de bivalvos que se registra en los últimos años.

Este fenómeno preocupa especialmente a los parquistas de Carril, y a otras agrupaciones, que vienen advirtiendo de una menor producción de los moluscos; un fenómeno global que los expertos atribuyen, entre otros factores, al cambio climático, y que está afectando a la economía de muchas familias en la Ría de Arousa.

Esta iniciativa forma parte del plan de sostenibilidad de Cobre San Rafael, para impulsar acciones que provoquen un impacto positivo en su entorno.

Se trata del programa que denomina Terras do Ulla, y que apoya una serie de estudios en el río y en su estuario de la Ría de Arousa a través de un convenio de colaboración firmado con la asociación Parquistas de Carril.

La acción forma parte de un plan que incluye el estudio realizado en 2020 por el Instituto de Investigacións Mariñas de Vigo en la cuenca del Ulla y su estuario, cuya conclusión es que la antigua mina de Touro no afecta a la calidad de las aguas de la Ría de Arousa.