Después de esperar toda la mañana de este viernes para poder saludar a Juan Carlos I, Elena, una anciana pontevedresa, consiguió cumplir su sueño. Lo hizo acompañada de sus dos nietas, que la llevaron hasta Sanxenxo desde Pontevedra, con el único objetivo de poder ver, aunque fuera de lejos, al rey emérito. Y lo consiguieron con creces. demás de poder verle, lograron incluso saludarle.
Lo hicieron bajo la intensa lluvia que caía durante la mañana de este viernes, bajo los paraguas, pero muy ilusionadas, cuando el coche en el que se desplazaba el rey emérito tras su regreso del mar pasó por las inmediaciones del Real Club Náutico. Fue entonces, al divisar Juan Carlos I los saludos de las tres mujeres, cuando levantó la mano dirigiendo la mirada hacia ellas, lo que provocó una explosión de júbilo a grito de "¡lo conseguimos!".
Para Elena, que se mostró visiblemente emocionada, saludar a Juan Carlos I significó cumplir un sueño. "Estoy muy contenta, no me lo creo, lo único que quería era poder verle", repetía.
Y, para sus nietas, poder ver cumplido el sueño de su abuela fue una gran sensación. "Vinimos expresamente para saludarle y lo conseguimos, es la ilusión de la abuela. Ella está muy emocionada ahora mismo", aseguraron.
