En verano, muchos jóvenes se animan a sacar el carnet de conducir. Las autoescuelas en Sanxenxo sufren un repunte considerable gracias a la afluencia de gente de vacaciones en la localidad. Iria Besada, administrativa de la autoescuela SJ, declara un constante crecimiento en las matriculaciones año tras año y que "no pueden quejarse de la cantidad de alumnos". En la época estival, el perfil del alumno que quiere obtener su permiso de conducción de categoría B en Sanxenxo, es el del joven de 18 años, tanto local como turista, que aprovecha las vacaciones para realizar estos exámenes.
En la autoescuela SJ se imparten clases teóricas diarias a jóvenes mayoritariamente de fuera de la localidad, incluso extranjeros.
Preocupación
Desde la empresa, comentan la inquietud inicial que se produjo en el sector debido a la subida de los precios del combustible, pero "los jóvenes se siguen sacando el carnet igual", explica Besada, "a pesar del aumento del precio de las prácticas en todas las autoescuelas".
"Después del estallido de la pandemia, también estábamos preocupados sobre el nivel de alumnos que se animaría ese verano, pero realizamos muchas matriculaciones ya que muchos optaban por el vehículo personal frente al transporte público", declara la administrativa.
Este verano, la situación ha vuelto a la normalidad en las autoescuelas sanxenxinas tras el COVID, obteniendo un margen de espera para la obtención de fecha de examen de una semana. En los meses de verano 2019, la espera era de al menos un mes.
El negocio sanxexino cuenta este año con alrededor de 50 alumnos matriculados. Todos los veranos, declaran, "tienen un porcentaje de aprobados muy alto".
