Irreconocible. Así se encuentra la Praza Pública de Vilalonga a escasos 11 días de haber comenzado las obras que la transformarán por completo en un espacio sin coches y pensado para el disfrute de todas las franjas de edad, con un presupuesto de obra de 909.000 euros.
Los operarios de la empresa adjudicataria, EC Casas, ya han eliminado por completo el antiguo pavimento de toda la superficie de la plaza, que permanece cerrada al público y, por supuesto, al tráfico rodado, que ya no volverá a transitar por la explanada, salvo para acceder al campo de fútbol por un lateral. Al mismo tiempo, mientras avanzan las obras, el mercadillo estrenó el pasado martes y sin contratiempos su nueva ubicación provisional en el aparcamiento disuasorio que se encuentra situado detrás de la farmacia de la zona.
La actuación, que avanza a buen ritmo y según lo previsto, supondrá, en palabras del Gobierno local, la «definitiva humanización del entorno», eliminando el tráfico rodado y convirtiendo el espacio en una zona versátil con aceras amplias tanto en el lado de la plaza como en el opuesto. También se propondrá la limitación de la velocidad a 20 km/hora en el tramo de la PO-505 que discurre por uno de los laterales de la plaza.
Además, para potenciar la zona infantil, se suprimirán las barreras físicas existentes, así como el graderío perimetral, que perjudica el acceso. Por el contrario, la zona central del graderío se impulsará a nivel de usabilidad, con la construcción de una pérgola de estructura de acero galvanizado, cuyos pilares seguirán la línea de los troncos de abedul, con el objetivo de habilitar la realización de eventos culturales y deportivos con sombra durante la temporada estival, tal y como ya habían adelantado desde el Concello.
Con estas mejoras, se prevé que la plaza incremente su espacio útil, pasando de los 4.011 metros cuadrados actuales a los 5.280 metros cuadrados. Esta extensión se ganará en las inmediaciones de la PO-505 y del campo de fútbol.
Tanto el palco como el bar ya existentes serán reformados dentro del mismo proyecto con el objetivo de que, en el caso del bar, pase a dar servicio a toda la plaza, más allá del campo de fútbol, que atiende actualmente de forma exclusiva. De este modo, la apertura del bar a toda la plaza sustituirá la función del antiguo kiosko, comprado por el Concello en 2020 y demolido en 2021.
