La Semana Santa 2023, que dejó en Sanxenxo una ocupación que osciló en torno al 90%, con una afluencia masiva al municipio que superó incluso algunos períodos vacacionales anteriores a la pandemia, supuso también un revulsivo económico para el aparcamiento público gestionado por la empresa municipal Nauta Sanxenxo, dejando cifras récord hasta el momento nunca logradas durante una Semana Santa en el servicio ubicado en el puerto deportivo.
En total se recaudaron 26.188 euros y se emitieron 6.428 tickets, contabilizando los días de mayor facturación en el Jueves Santo, Viernes Santo y sábado, jornadas en las que se rondaron los 6.000 euros.
Cabe recordar que la mejor Semana Santa en facturación hasta el momento había sido la de 2022, con 24.238 euros, y en la que ya se superó la cifra de 2019, con 20.198 euros.
Ante la previsión de afluencia masiva de visitantes al municipio, Nauta habilitó también la planta superior del aparcamiento con 200 plazas de estacionamiento. En este sentido, la media diaria de tickets expendidos en el interior fue de 918 y en el exterior, de 142. En cuanto a la permanencia media de vehículos en el aparcamiento, rondó las dos horas y media. Las instalaciones disponen de un total de 584 plazas repartidas en 206 en la planta pública interior, 200 en la exterior y otras 178 plazas en el parking privado.
El parking de Nauta logró alcanzar estos resultados pese a que en el municipio se encuentran habilitadas siete parcelas para aparcamientos disuasorios, dos en Rúa Progreso, uno con capacidad para 72 vehículos en la confluencia con Cesteiros y otro, a la altura de la nueva rotonda, para 240 coches; la bolsa de aparcamiento de detrás de la iglesia del Templo Nuevo con 153 plazas; otro en Constitución con 20 plazas; el que se encuentra en una parcela de O Tombo en la que pueden estacionar hasta 240 vehículos; el de la Rúa Vigo con 120 plazas y el de la parcela del viejo mercado con espacio para aparcar 30 coches.
BALIZAS EN LAS PLAYAS. Las playas de Sanxenxo lograron cerrar esta Semana Santa de afluencia masiva y altas temperaturas en fechas señaladas sin incidentes destacables. En este sentido, el balizamieno que se instaló de forma prematura en Silgar, Panadeira, Canelas y Caneliñas, contribuyó a potenciar la sensación de seguridad para los bañistas, justo cuando se cumple un año del accidente mortal de la pasada Semana Santa, en el que falleció el oftalmólogo coruñés de 59 años Juan Tábara, al ser arrollado por una lancha de competición cuando nadaba a varios metros de la costa, cumpliendo con las medidas de seguridad estipuladas para nadadores. Así, el Gobierno local tomó la decisión de adelantar el balizamiento de algunos de sus arenales dentro de lo posible, y que continuará hasta la temporada de verano, cuando se reforzará con corcheras, unos elementos que en esta época no se pudieron colocar porque no resistirían debido a las condiciones del mar.
