Desde que en mayo de 2011 la piqueta acabó con los últimos vestigios de la antigua discoteca Quijote de la Avenida de Madrid y comenzó a levantarse el esqueleto de un edificio destinado a acoger viviendas, nada se volvió a saber de aquel proyecto cuyos terrenos habían acabado en manos de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Hasta hace unos días, cuando una grúa de grandes dimensiones hizo su aparición en plena calle, confirmando la sospecha que los vecinos ya venían advirtiendo desde hace algunas semanas, al notar movimiento en el entorno: la obra se retomaba.
El proyecto de construcción, en manos de Construcciones Ramírez S.L. contempla un edificio de 10 pisos de lujo, con 11 plazas de garaje y otros 10 trasteros en una zona en la que, precisamente, está proyectada la reforma de la Praza do Pazo, situada frente al inmueble, que se encuentra en el número 14 de la Avenida de Madrid. La obra en la plaza ya está licitada, con un presupuesto de 692.684 euros con cargo a los fondos municipales y un plazo de ejecución de cinco meses, con el objetivo de humanizar la zona. Para esto, se crearán dos plataformas horizontales con zonas verdes y otras dos pavimentadas en piedra.
Una vez ejecutada la obra, que también servirá para mejorar la conexión entre la Rúa dos Mariñeiros y Rúa dos Cesteiros, con un espacio para espectáculos al aire libre y la mejora de la iluminación, y con la finalización de la construcción del nuevo edificio de viviendas, esto supondrá dar carpetazo a una zona que, en los últimos tiempos, se había convertido en uno de los símbolos del feísmo en el municipio, teniendo en cuenta el aspecto del esqueleto del edificio, cuya obra llevaba paralizada alrededor de una década, cubierta por una lona publicitaria hasta el actual reinicio de los trabajos.
Cabe recordar que el sello de Construcciones Ramírez ya es un viejo conocido en el municipio. La constructora fue la responsable de la fase de rehabilitación del Pazo de Quintáns, en Noalla, y más recientemente acometió la rehabilitación de la fachada del edificio situado frente a la Praia dos Barcos, que desde hace unos meses luce también un nuevo paseo de madera, renovado a través de un acuerdo entre el Concello y Portos de Galicia.
ANTI FEÍSMO. Los comerciantes y vecinos del entorno del edificio de la Avenida de Madrid y de la Praza do Pazo no dudaron en expresar su alegría por el reinicio de una obra que ha sido "toda una sorpresa" y que la zona "pedía a gritos", ante el estado de la estructura del inmueble, que abandona así el ranking de las edificaciones y estructuras fantasma, de las que cada vez van quedando menos en el municipio.
Si bien una de las primeras en pasar por la piqueta había sido, precisamente, la discoteca Quijote, otras muchas han encontrado su final en los últimos años: el antiguo cuartel de la Guardia Civil en Noalla, la antigua estructura dañada del centro sociocultural proyectado en Vilalonga o las antiguas escuelas de O Tombelo y la subestación de Vilalonga. Sin embargo, sí han podido salvarse, al igual que en la Avenida de Madrid, los pisos de viviendas en Seame, tras la reactivación de sus obras, mientras que la estructura ruinosa de la calle Progreso sigue siendo uno de los últimos vestigios del feísmo en Sanxenxo.
