Ella es una enamorada de las playas y los paisajes de su tierra natal: Sanxenxo. Dicha localidad es uno de los grandes emplazamientos que aparecen en sus rutinas diarias que salen publicadas en sus redes sociales, las cuales ya acumulan cerca del millón de personas en TikTok y sobre 67.400 en Instagram. Cifras que para Noelia Dopazo no sirven para denominarla como una influencer con un gran público. Sin embargo, la han convertido en la mayor creadora de contenido de la zona de O Salnés. «También estoy en Youtube y lo que más hago son rutinas diarias donde enseño mi día a día de forma natural», comenta Noelia. Esta joven de 19 años combina sus estudios en Educación Primaria en la Universidad de Vigo con la producción de contenido en sus diferentes redes sociales. «Desde hace dos años empecé a hacerlo de forma más profesional», explica.
Su historia comienza a partir del confinamiento por la covid-19. "Me regalaron un móvil nuevo y vi la oportunidad de hacer TikToks", expresa la creadora. A partir de ese momento, la sanxenxina, invirtió su tiempo en un constante trabajo de creación hasta que en el verano de 2020 consiguió que uno de sus vídeos se hiciera viral. "A partir de ahí me lo tomé más en serio", comenta. La primera rutina diaria viral hizo que esta joven decidiese crear más contenido de ese estilo de forma continua. "Me gustaba a mi hacerlo y a la gente también y aproveché", indica. La edad de sus seguidores ronda los 15 a los 25 años y, para ella, es un indicador más de que su contenido y sus rutinas casan con los gustos de sus followers. "Ya que yo combino mis estudios con esto. Mi público es sobre todo estudiantes y universitarios", dice.
Su incursión comenzó con 17 años de edad. Menor y con un auge en redes sociales, los padres de esta joven influencer comenzaron estando preocupados con la situación de su hija. "Al principio no lo entendían cuando les decía con ilusión que tenía 100.000 seguidores. Sobre todo mi padre", explica. A medida que pasaba el tiempo y Noelia Dopazo iba progresando en su trabajo como creadora de contenido fueron apoyándola en lo que hacía. "A medida que yo me lo fui tomando en serio mis padres se han ido volcando muchísimo conmigo y hasta salen conmigo en los vídeos", relata.
SEGUIDORES. En Instagram tiene 65.000 personas que la siguen y en TikTok son 940.000. "La cosa ahora es más seria allí al llegar casi al millón", expresa entre risas. A medida que aumenta el número de followers la responsabilidad con ellos es mayor a la hora de escoger el tipo de contenido y las consecuencias que puede tener. "Me ve mucha gente, entonces mido mis palabras aunque siempre apostando por la naturalidad", comenta.
Dopazo se considera una influencer pequeña, pero es consiente de la responsabilidad que alberga el sumar día a día más personas a la lista de visualizaciones en sus redes sociales. En esta responsabilidad también se suma el hecho de lidiar con el odio -también conocido como ‘hate’- en estas plataformas. Ella, como muchos otros creadores de contenido, reciben mensajes negativos a la hora de publicar vídeos. Sin embargo, esta joven mantiene siempre una actitud positiva ante lo que hace. «No me centro en los comentarios de gente que no me conoce. Son personas que intentan llenar algún vacío», expresa. Dichos mensajes llenos de positividad los intenta inculcar a sus seguidores.
"A nivel seguidores no pienso mucho en las cifras", expresa. A pesar de confirmar que quiere alcanzar el millón adeptos a su contenido, para esta creadora, su mayor objetivo es que la gente la vea. "Quiero que se disfrute de mi trabajo", explica. A nivel personal, Dopazo, expresó la expectativa de terminar su carrera y poder llegar a vivir de las redes sociales exclusivamente, "aunque no sea un mundo muy estable", cuenta. Con respecto al año 2023 tiene como pronóstico irse a vivir a Madrid ella sola donde aspira poder tener mayor número de oportunidades para conseguir su sueño. "Allí está mi agencia y, dicen, que hay más oportunidades. Además será divertido hacer vídeos con mis experiencias", relata.