La provincia, en alerta por una posible escasez de agua

La gran mayoría de los concellos de Pontevedra ya están tomando medidas para evitar el uso abusivo del suministro municipal. Sanxenxo restringe el acceso al agua de la traída y Vilagarcía se mantiene vigilante

<p> Estado del río Calvelle (Ponte Caldelas), actualmente. ANXO LORENZO </p>
photo_camera Estado del río Calvelle (Ponte Caldelas), actualmente. ANXO LORENZO

Las altas temperaturas de los últimos días, la escasez de precipitaciones y el bajo nivel de los ríos y embalses, sumado al excesivo consumo de agua -municipios como Caldas, Cuntis o Marín han notado un considerable aumento en el gasto de agua en las últimas semanas- han colocado a la provincia de Pontevedra en una situación muy preocupante. Para evitar una posible sequía y desabastecimiento de los hogares, la gran mayoría de los concellos ya están tomando medidas para evitar un consumo excesivo de agua que pueda poner en jaque el suministro a los ciudadanos.

Desde hace ya unos días, los alcaldes y alcaldesas han comenzado a publicar bandos que se centran en recomendar a la ciudadanía contención en el gasto y concienciar sobre la necesidad de ahorro y de su consumo responsable. Otros, como en el caso de Lalín o Sanxenxo, han ido más allá y ya hablan de prohibiciones y restricciones. La capital dezana fue pionera en tomar medidas contra la sequía y desde hace ya dos semanas está tajantemente prohibido el regadío y el llenado de piscinas, entre otras acciones, y su alcalde, José Crespo, advierte de las posibles sanciones por su incumplimiento. Por su parte, el Concello de Sanxenxo emitió ayer un bando en el que restringe el uso de la red municipal de agua para baldeos, llenado de piscinas, lavado de coches, regadíos y queda prohibido el uso del lavapiés de las playas.

Y es que si el nivel de los ríos y embalses ya era preocupante hace unas semanas, en los últimos días su situación se ha visto considerablemente agravada debido a la asoladora ola de calor y a su consecuente incremento en el gasto del agua.

Los concellos advierten, así, de esta alarmante situación, aunque subrayan que, por el momento, el servicio de suministro municipal está garantizado. Sí se empiezan a observar serias dificultades de abastecimiento en las traídas de aguas vecinales, algunas de las cuales ya aplican severas restricciones, como cortes de agua o lectura de contadores en el caso de Ponte Caldelas, mientras otros solicitan conectarse a la red municipal, como en el caso de Lalín.

Sanxenxo

El alcalde sanxenxino, Telmo Martín, hizo público este jueves un bando en el que informa de que el Concello de Sanxenxo restringe, debido a la situación de alerta actual, el uso del agua de la traída para rellenar las piscinas, para los baldeos, tanto de espacios públicos como privados -en los espacios públicos quedarán limitados al agua diaria recogida en la cisterna de Fontoira-, para el lavado de coches, para el riego de jardines públicos y particulares y el uso de los lavapiés en las playas. El regidor apela a la colaboración ciudadana y pide realizar medidas de ahorro en los hogares. "Veciños e veciñas pídovos a vosa implicación porque só co voso compromiso e solidaridade poderemos prolongar as reservas actuais de auga", sostiene Telmo Martín, que anuncia que estas medidas se mantendrán "ata novo aviso".

Vilagarcía

El Concello de Vilagarcía se mantiene vigilante ya desde hace semanas de los niveles de consumo y del agua disponible. Hasta el momento no ha tenido ningún problema de abastecimiento ni de bajadas de presión y el servicio se mantiene con normalidad. No obstante, hace un llamamiento de consumo responsable a los usuarios y para que traten de ahorrar. Hasta ahora no se a adoptado ningún tipo de medida restrictiva, aunque el Gobierno local apunta que no se descarta esta posibilidad si la situación se complica y llegase a ser necesario.

El Concello explica que está a la espera desde el pasado 7 de junio de que la Consellería de Infraestruturas convoque a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) a una reunión para abordar la situación de la sequía en conjunto y decidir qué medidas adoptar por los concellos «de forma más o menos homogénea».