La Praza do Mar iniciará su transformación la próxima semana

La empresa responsable y representantes de Portos acometen estos días la fase de replanteo de las obras y prevén acortar el plazo
Responsables de la obra y de Portos, en la zona de la actuación. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Responsables de la obra y de Portos, en la zona de la actuación. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La Praza do Mar y su continuación con la Praza dos Barcos de Sanxenxo comenzarán a mostrar cambios visibles a partir de la próxima semana. Se trata de la fecha que el equipo de la empresa adjudicataria, Oreco Balgón, ha fijado para iniciar la parte de las obras que implica el uso de maquinaria y la alteración física del espacio, prevista en la primera fase del ambicioso proyecto Batea en Tierra, valorada en 1,4 millones de euros, y que supondrá un antes y un después a nivel paisajístico y de usabilidad para el entorno portuario de Sanxenxo.

Durante los últimos días, representantes de la empresa que ejecutará la obra y de Portos de Galicia acometieron en la zona la fase de replanteo de las obras, que, según los cálculos del director de la actuación, podría acortar el plazo previsto hasta unos seis meses, después de haber comenzado oficialmente este paso previo de replanteo el pasado martes.

En este sentido, la superficie en la que está planteada la obra, que se comenzará a vallar de forma inminente, abarca 5.259 metros cuadrados, en los que se dispondrá el espacio ajardinado que conectará ambas plazas, suprimiendo las gradas existentes, y que además facilitará la accesibilidad entre estas y el Paseo de Silgar, el Paseo dos Barcos, el dique y los puertos pesquero y deportivo, que quedarán conectados de un modo más visual y accesible. Las plazas del aparcamiento no se verán afectadas, y tampoco el acceso rodado al puerto pesquero ni el acceso a los locales comerciales.

Se prevé la plantación de 4.369 arbustos de ocho variedades y de 10.289 plantas autóctonas, que formarán un pulmón verde en pleno centro de Sanxenxo. Después de esto, una fase posterior contempla la instalación del gran umbráculo cuyo diseño recuerda al de una batea, destinado a acoger eventos.