Parte del vecindario de la parroquia sanxenxina de Adina se ha visto envuelta en el último mes y medio en una polémica fruto de la instalación de un vado permanente en una vivienda particular, que afecta a un negocio de venta de piensos, que opera en la zona desde hace unos 40 años. Así lo asegura uno de los responsables del local, Eugenio García, quien ha querido denunciar públicamente la situación que vive desde hace mes y medio, cuando un vecino comenzó presuntamente a increpar a su clientela, que se ha visto drásticamente reducida, como fruto del conflicto.
Y es que, como explica García, todo comenzó cuando este vecino instaló el vado en el portal situado en frente del establecimiento de Agro Conde Adina, y comenzó a fotografiar y denunciar a los vehículos de su clientela. "Chegou a denunciar a diferentes persoas que aparcan na zona tres veces no mesmo día, hai máis de 150 denuncias postas pola súa parte, que lles están chegando aos meus clientes. Denúnciaos aínda que os seus vehículos non interfiran moito co vado, só con que estén no límite", cuenta.
Precisamente, varias de las fotografías tomadas a vehículos particulares se exhiben en el portal junto al vado, provocando una escena que ha alejado a muchos de los clientes del establecimiento por miedo a ser denunciados o a involucrarse en un conflicto que ya se ha extendido por la parroquia, y que ya está afectando económicamente al negocio implicado . "De facturar 2.500 euros ao día pasei a facturar 500. Teño que pagar o aluguer e isto estame arruinando", señala el responsable del negocio que, asegura, "intentamos falar con este veciño por diferentes medios para non ter que chegar a unha denuncia e evitarlle iso. Non sabemos o que pasou con el, pero a situación é insostible e non podemos seguir así máis tempo. O negocio non vai aguantar así moito máis tempo", lamenta. En este sentido, desde el local comercial no descartan tomar medidas legales si la situación persiste.
