La búsqueda de "una nueva motivación, autoestima, nuevas salidas y valorarse a si mismos" son las premisas que han unido los caminos de 19 personas de entre 18 y 58 años que este viernes vieron culminar años de mucho esfuerzo, dificultades y dedicación en busca de un futuro mejor, gracias al programa municipal de enseñanza para adultos.
Así lo cuenta la profesora María Ángeles Marcos quien, acompañada de la también maestra Vanesa Otero, dedicó unas sentidas palabras al alumnado de las promociones 2020-2021 y 2021-2022 durante el acto de recepción de orlas que tuvo lugar en el Pazo Emilia Pardo Bazán de Sanxenxo y que, para el alumnado de la enseñanza para adultos del municipio, fue más que un simple acto, sino una "gran motivación".
Y es que el camino no ha sido fácil. "A estos alumnos que se gradúan les pilló de lleno la pandemia. En mi caso, dar matemáticas a distancia, puede llegar a ser muy difícil. Llegué a dar clase por Whatsapp, y el profesorado tuvimos que estar disponible 24 horas al día. Ha sido duro, porque faltaba el contacto, pero también para ellos. Hay gente que, trabajando durante el verano en los hoteles de Sanxenxo, se ponía los audios que le enviábamos de las clases mientras planchaba. Entre estos alumnos hay muchos que no tenían ni 1º de la ESO, pero el esfuerzo da sus frutos", señaló la profesora.
El acto de entrega, en el que también participó la edil de Cultura y Educación de Sanxenxo, Paz Lago, contó con la actuación de la artista Merchy Treviño, con el objetivo de conmemorar "de forma especial» un año que llegó a unirles a todos "como una gran familia".
DETRÁS DEL TÍTULO. Detrás de un gran objetivo, siempre hay una historia. Y esque el alumnado de María Ángeles tuvo que recorrer un largo camino para alcanzarlo. "Algunas alumnas están aquí porque se acaban de separar y quieren reconducir su vida laboral. Hasta aquí llega también gente joven que sufre acoso en el instituto y está en el límite de edad. Y lo dejan no porque no sean capaces, sino por agobio", asegura. Otros, son "soldados que pueden perder su trabajo si no tienen la ESO, porque se la exigen para continuar cuando llegan hasta cierto punto", y también casos de TDA que "a veces en los institutos no tienen la atención que debieran", explica.
Y, en la cara más amable de la moneda, se encuentran los mayores, esas eternas fuentes de sabiduría que completan el grupo, y que acuden a las clases por puro amor al aprendizaje. "Ahora mismo también tenemos a un alumno de 66 años que va a su ritmo en las clases nocturnas", asegura María Ángeles. "Incluso tenemos a un matrimonio, que viene a clase el marido, la mujer y los hijos", añade.
Pero, a pesar de la diferencia de edad entre el alumnado, lo cierto es que "unos animan a otros". Y, para completar el efecto motivacional, las maestras se implican a fondo en organizar actividades y dinámicas para hacer el aprendizaje más llevadero. "Hacemos muchas actividades, salidas y excursiones", destaca. Precisamente, muchas de ellas, quedaron reflejadas en un emotivo vídeo durante el acto de entrega de diplomas, en el que la nota sorprendente la puso la interpretación de una pieza en la gaita por parte de un alumno durante una excursión de la clase a Armenteira, y que también estuvo incluida en la grabación.
"Tuvimos alumnos calificados como fracaso escolar que ahora son pilotos de aviación. Otro al que le dijeron que no llegaría a nada y que hoy es profesor de música. Y muchas, muchas profesoras", asegura la maestra, orgullosa. El futuro, para todos ellos, empieza ahora.
