De la mano del Círculo Cultural Deportivo de Sanxenxo, la Mostra de la Camelia regresó esta Semana Santa. La exposición, que cuenta con la participación de 25 cultivadores y fue inaugurada ayer, puede visitarse hasta este viernes en la Sala Nauta.
Este año, con la idea de aumentar las visitas y la participación, los organizadores convocaron un Concurso de Fotografía digital en el que la flor es la protagonista y Francisco Hernández, presidente del Círculo Cultural Deportivo de Sanxenxo, es el impulsor de la muestra. Pertenece a la Sociedad Española de la Camelia que aunque en sus inicios se limitaba al territorio de la comunidad gallega, ahora se extiende por Asturias, Madrid , Cataluña o País Vasco, entre otras ciudades.
Su pasión por la camelia lo llevó a recorrer diferentes pueblos y ciudades en las que se organizaban muestras de las misma. Por eso se propuso impulsar la creación de uno de estos certámenes en Sanxenxo, con la intención de atraer a los amantes de la camelia. Además de suponer un atractivo turístico más durante la Semana Santa, dado que se intenta organizar siempre en esas fechas.
Aparte de las variedades de flores, en este espacio se muestran aceites, tés y productos derivados de las camelias para conocer todas las propiedades de la planta, tanto de cultivo como de consumo.
HISTORIA. Las Rías Baixas destacan por la gran cantidad de flora que acogen, resaltando notablemente la flor de la camelia. Esta procede de Oriente, más concretamente de China y Japón, pero hasta el siglo XVII no se introdujo en Pontevedra. Su adaptación al medio fue rápida dado el clima de la zona y las condiciones de cultivo favorables.
Existen más de 20.000 variedades diferentes en base a su tamaño, forma o color. Este último es el responsable de dotar de simbolismo a la planta, ya que cada color tiene un significado diferente.
La variedad que se considera de cultivo común y la más típica es la Camellia Japónica, con hojas oválicas y flores de varios tonos como rosa, rojo o blanco. Galicia tiene una conexión especial con esta flor, tanto es así que el árbol del camelio más grande del mundo se encuentra en el Pazo de Lourizán y mide 20,5 metros de alto.
En toda la comunidad gallega se tiene un cariño especial a la flor, es por eso que en toda la comarca se realizan diferentes exposiciones y rutas para conocer los secretos esta planta en profundidad.
