La mayoría de migrantes que llegarán a Sanxenxo tienen entre 18 y 25 años

Muchos ya cuentan con una red familiar en Europa o en España y acuden en busca de un trabajo o huyen de la inestabilidad política en Senegal ► Su entrada se retrasa hasta a partir del fin de semana

 Miembros de la ONG Accem, este jueves en las instalaciones del Hotel Baixamar de Areas. DAVID FREIRE
photo_camera Miembros de la ONG Accem, este jueves en las instalaciones del Hotel Baixamar de Areas. DAVID FREIRE

La llegada del grupo de migrantes a Sanxenxo, cuya estancia está prevista en el Hotel Baixamar de Areas, que ya tiene todos los preparativos a punto para recibirles, sufre un nuevo cambio de planes y se retrasa hasta a partir de este fin de semana. Así lo pudo confirmar Diario de Pontevedra con la ONG que gestionará su estancia en el municipio, Accem, que también ha detallado a este medio que las personas que llegarán a Sanxenxo serán jóvenes de entre 18 y 25 años en su mayoría, con "un perfil de edad laboral". Aunque la organización no disponía este jueves de los perfiles al completo, detallaba que podría haber "gente más mayor", si bien de ningún modo menores de edad, en cuyo caso el asunto se abordaría con la Fiscalía de Menores, a pesar de que a todos se les requiere una declaración de mayoría de edad.

Aunque en un principio todos ellos tendrán el alojamiento y la manutención garantizados en el establecimiento hotelero, la mayor parte cuentan ya con una red familiar dentro de Europa o España, por lo que los siguientes pasos estarán orientados a facilitar esos acercamientos. En este sentido, los jóvenes llegan con el objetivo de encontrar un empleo o huyendo de la inestabilidad política en Senegal, por lo que abordar su situación en coordinación con los servicios sociales municipales, con los que la ONG ha afirmado estar ya en contacto, será crucial.

Aunque tanto los traslados como su destino están "totalmente organizados a través del Ministerio de Migraciones", que normalmente notifica los desplazamientos "con muy poco margen", Accem se encuentra en estos momentos "totalmente disponible para recibirles y comenzar a trabajar". De hecho, este mismo jueves, varios voluntarios de la organización se concentraban en el Hotel Baixamar, a pesar de que la llegada durante la pasada jornada no se llegó a producir.

Según ha confirmado la ONG también a este medio, el número de personas que llegarán al municipio no superará las 70, sumando algo más de 60, si bien desde Accem aseguraron que en ningún caso superarán las 90 de cara al futuro. Por el momento, tampoco se valora ningún otro hotel a mayores para alojar a más jóvenes en el municipio.

En lo que respecta a sus necesidades sanitarias, se canalizarán a través del Sergas, aunque en ningún caso revestirán gravedad alguna.

El hotel: "Nos están lloviendo comentarios despectivos"
El responsable del Hotel Baixamar, Jorge González, que ya cuenta con la plantilla a punto para atender al grupo, y que se mantiene en vilo esperando su llegada para afinar los últimos preparativos en sus cocinas, ha querido trasladar a este medio su malestar por varias críticas negativas recibidas a través de las redes en las últimas horas, y por las que el hotel se está viendo perjudicado. "Ya tenemos una contracampaña. Nos están lloviendo comentarios despectivos a través de las redes. Esta sociedad está cada vez peor, hay mucho bicho suelto", denunció.

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¿Cuál es el papel de Accem?
Es el Ministerio quien busca el alojamiento a través de su sistema de acogidas, mientras que nuestro papel es el del acompañamiento e intervención social con las personas. Somos un triángulo: arriba está el Ministerio, nosotros somos la pata social y la otra es el hospedaje y manutención. Estos tres frentes tenemos que coordinarnos muy bien.

Daniel Bóveda. DP
Daniel Bóveda. DP

¿Qué primera atención recibirán a su llegada a Sanxenxo?
Lo más importante es ver que necesidades tienen estas personas. Primero las obvias y generales, que son alojamiento, manutención, vestimenta y luego, a través del equipo social, ver cual es el proyecto migratorio que tienen. Si cuentan con redes familiares en Europa o en España y si tienen a donde ir. Al igual que hicimos los gallegos cuando emigramos, hay gente que ya tiene redes aquí y que no se va a quedar en el sistema de acogida. Otra es susceptible de pedir protección internacional. Las personas tienen derecho al asilo.

¿Qué motiva estas migraciones?
No todo el mundo escapa por cuestiones económicas, sino por cuestiones de guerra, de persecución religiosa, minorías LGTBI, o cuestiones de género. En el caso de los grupos que están llegando aquí están masculinizados, pero también llegan mujeres, aunque los dispositivos no son mixtos. Es importante visibilizar que detrás de estas llegadas y de estas cifras hay historias de vida y de gente que está intentando buscar un porvenir o que no le quedó otra que venir. No se está poniendo el foco en el por qué de que lleguen estas personas y por qué escapan de sus países. Tenemos claros ciertos conflictos que se han mediatizado como Ucrania o Siria, pero en África hay inestabilidad política en Senegal. El terremoto en Marruecos también ha cambiado las rutas migratorias y ha contribuido a que haya aumentado el número en la ruta de Canarias, así como las inundaciones y la situación de Libia. Al final esto responde a la inestabilidad que existe en el mundo y la respuesta humanitaria debería ser global. Que las personas que se ven obligadas a venir a Europa no tengan que jugarse la vida en el mar, porque en lo que va de año, que se hayan contabilizado, son casi 500 personas las que han muerto en la ruta migratoria de Canarias.

"El odio tiene consecuencias como agresiones verbales y físicas y eso es lo que nos preocupa"

¿Qué pasará con las personas que lleguen a Sanxenxo sin red de apoyo o familiar?
Se intentará trabajar en una salida lo más adecuada posible. Es raro que no tengan red familiar, porque al final en la mayoría de los casos se mueven por las redes. Si no, es importante la colaboración de las administraciones y de los departamentos y dar seguridad jurídica a estas personas, ya que hay un capital humano detrás de las historias de vida. Son personas que han trabajado en sus países de origen, generalmente en el mar y nosotros tenemos un problema para cubrir según que puestos de trabajo aquí. Hay que dar luz más que sombras y sobre todo no contribuir a su estigmatización.

¿Por qué se ha reducido la cifra en Sanxenxo?
Desconozco los términos en los que se han facilitado estas plazas y lo que ha pasado, porque nuestro rol es la cobertura y el acompañamiento a las personas una vez llegan aquí. Entiendo que también hay que pedir cautela. Es una situación de emergencia y el sistema se intenta adaptar y dar flexibilidad a toda esta llegada de personas y, desde luego, puede ser más o menos ágil, sin entrar a valorar el ruido político. A mí lo que me interesa es que se dé una respuesta a las personas.

¿Se coordinarán con los servicios sociales municipales?
Desde que sabíamos que nos iba a tocar intervenir en Sanxenxo estamos en coordinación con el Concello, con la parte hotelera y con todas las administraciones que tienen algún tipo de competencia en esta cuestión. Aquí tenemos que colaborar, porque solos no vamos a poder.

La asimilación social de la llegada de ucranianos ha sido distinta. ¿Es una cuestión de racismo?
Las denuncias por xenofobia y racismo han aumentado en España. La cobertura mediática con Ucrania y con esta crisis migratoria tampoco está siendo lo mismo, el discurso del odio es latente y palpable y tiene consecuencias sobre las personas racializadas. El odio en las redes y en los discursos tienen consecuencias como agresiones verbales y físicas y eso es lo que nos preocupa.