Juan Carlos I abandona Sanxenxo y expresa su deseo de vivir en España

▶ Aseguró que "por supuesto" le gustaría fijar su residencia en el país, al que prevé volver este mes
Juan Carlos I acompañado de Pedro Campos. ELENA FERNÁNDEZ
photo_camera Juan Carlos I acompañado de Pedro Campos. ELENA FERNÁNDEZ

Punto y aparte en la que fue la cuarta visita de Juan Carlos I a Sanxenxo desde su marcha a Abu Dabi. El rey emérito abandonaba durante la mañana de este lunes el inmueble del presidente del Náutico, Pedro Campos, en Nanín, para dirigirse al aeropuerto de Vigo, dejando atrás una semana completa en la que, lejos de mantener el prometido perfil bajo que aventuraban las primeras 48 horas, Juan Carlos I reafirmó su intención de regresar a la esfera pública, y esta vez para quedarse. Una hora antes de lo previsto, al filo de las 9.00 horas, abandonaba el inmueble con esperanzas de volver pronto. Pero no solo de visita, sino a vivir en España. Así lo aseguró ante los medios que le esperaban en la puerta de la casa, a los que dirigió unas palabras, afirmando que "por supuesto" le gustaría quedarse a vivir.

Con un "muy bien, estupendamente. Muchísimas gracias por todo", dio carpetazo a siete días en los que se pudo apreciar un cambio radical en su actitud, y en los que , como hecho más reseñable, rompió el silencio con la prensa. Y es que, coincidiendo con la visita de Felipe VI a A Toxa el pasado jueves, el rey emérito facilitó a los medios las estampas que llevaban persiguiendo en los últimos meses, y recibió en Sanxenxo a su hermana, la Infanta Margarita, a sus sobrinos, Alfonso y María Zurita, y a su ahijado, Carlos, con los que no dudó en pasearse por la ría, y con quienes salió a cenar a uno de sus restaurantes favoritos en O Grove también esa misma noche. El viernes, con la marcha de estos, tomaba el relevo la Infanta Elena, que accedía discretamente a la cena prevista en el Real Club Náutico de Sanxenxo junto a su padre, pero que se dejaba ver a lo largo del fin de semana mucho más activa en su compañía, acudiendo con él a una cena en barco, a la que estuvieron invitados también diferentes empresarios, como el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, y políticos como el mismo alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín.

El beso en la mejilla entre padre e hija durante la entrega de trofeos, así como la predisposición de ambos a mostrarse juntos de cara al público durante los últimos días en el municipio disfrutando de la vela, son toda una declaración de intenciones con el objetivo de normalizar las estancias del rey emérito en el municipio, pero que sin embargo contribuyeron a alimentar el foco mediático, que se intensificó a lo largo de la semana, y que tuvo uno de sus momentos álgidos durante el desarrollo del Foro La Toja, cuando Juan Carlos I y Felipe VI se encontraban a 15 km de distancia, sin llegar a verse finalmente, a pesar del aventurero "seguramente" que expresó el rey emérito ante los medios, en lo que se atribuyó posteriormente a un posible error de comprensión por su parte, puesto que sí tendrá oportunidad de estar con su hijo a lo largo de este mes, pero en el palacio de El Pardo.

VOLVERÁ EN OCTUBRE. La próxima visita a España de Juan Carlos I está prevista para finales de este mismo mes de octubre, cuando acudirá a la celebración familiar de la mayoría de edad de la princesa Leonor, a pesar de que, en contra de sus deseos, no se espera que asista al acto institucional de jura de la Constitución. Junto a esto, los días 21 y 22 el Náutico acogerá el V Circuito Clase 6mR puntuable para la Copa de España. Aunque todavía no está confirmada su participación en la prueba, cabría esperar que hiciera acto de presencia, tal y como, en anteriores visitas, prometió volver "muchas veces".