Javillo dice que vendía berberecho en Sanxenxo y niega el tráfico de drogas

El 'Sito Miñanco de la heroína' se enfrenta a ocho años más de cárcel tras su última detención ► La segunda sesión del juicio quedó aplazada por la enfermedad de la letrada del narco

 Los acusados, de espaldas, durante el juicio que se celebra en Ourense. LA REGIÓN
photo_camera Los acusados, de espaldas, durante el juicio que se celebra en Ourense. LA REGIÓN

Francisco Javier Janeiro Rodríguez, Javillo, considerado policialmente el Sito Miñanco de la heroína por su elevada reincidencia y su área de influencia, en la comarca de O Salnés, la misma que la del más famoso de los capos españoles de la cocaína, declaró el lunes en la primera sesión del juicio contra él que ya no trafica con drogas. Ni ahora, ni tampoco lo hacía, según su testimonio, en 2021, cuando fue detenido por la Policía Nacional en el momento en el que realizaba una transacción de 5,4 kilos en relación con un ciudadano colombiano.

Javillo, que está cumpliendo condena por la operación Suppo-Roquefort en la que estaba conectado con traficantes turcos del máximo nivel y que ha sido juzgado recientemente por su relación con el fallecido Sabdullah Unnu, alias Nicol, también por tráfico de heroína a nivel internacional, declaró que el día en el que fue detenido había acudido a la estación de servicio de Sanxenxo (Pontevedra) a desayunar, y que nada tenía que ver con la transacción de droga que, por el contrario, sí reconoció el colombiano que se sentaba junto a él en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ourense, ciudad a la que habría trasladado su centro de operaciones.

El narcotraficante afirmó que en aquel momento y tras sufrir una patología coronaria dejó el tráfico de drogas, y que su dedicación sería la venta ilegal de marisco (en concreto, berberecho que, dijo, compraba a furtivos) a restaurantes de Portonovo (Sanxenxo). Señaló también que vendía coches de segunda mano a través de Internet.

En el curso de las investigaciones policiales hubo seguimientos a Sevilla, Málaga, Madrid, Pontevedra y Ponferrada (León). Las entregas se realizaban en un garaje que Javillo tenía en la ciudad de As Burgas, según el relato de la Fiscalía. De esta forma, asegura la fiscal, "podía meter los vehículos realizar cargas y descargas lejos de la vista de curiosos". Había un segundo local para guardar la droga adquirida en Madrid, Sevilla y Pontevedra.

El Ministerio Público pide una pena de ocho años de cárcel para el capo y penas que suman 47 años para todos los investigados.

La segunda sesión del juicio y siguientes, previstas para este martes y para el miércoles, fueron suspendidas tras la presentación de un parte médico de enfermedad que afecta a la letrada del principal acusado.