Para mucha de la gente de Portonovo este edificio ya se convirtió, prácticamente, en un emblema que compone el paisaje de Caneliñas y se le llama y conoce como la fábrica, donde muchos jóvenes solían quedar y juntarse.
En el año 2003 el Concello de Sanxenxo había declarado la demolición de esta cetárea en ruinas, algo que había alegrado a muchos de los vecinos y vecinas de Portonovo. Finalmente, esto no se llevó a cabo. Sin embargo, el Ayuntamiento realizó un mirador con vistas a las Rías Baixas y a la playa de Caneliñas.
Son una gran mayoría de vecinos y visitantes los que se acercan a este lugar para pasear a sus perros o para ir a andar. También, hay quien se piensan que es un camino con salida, pero no la tiene, el final es el pequeño mirador que compone el lugar.
Veinte años después este edificio sigue decorando la zona y ya a nadie le molesta, pues al final, se acabó fusionando con el paisaje de manera perfecta, y ¿qué sería Caneliñas sin su fábrica?.
