Psicóloga y artista homenajeada por el 8-M

Ana Cancela: "Casi toda mi obra ha estado basada en el trabajo de las mujeres"

▶ Aunque estudió Psicología en 1976, nunca perdió de vista su verdadera vocación, la pintura. Con 52 años y sus tres hijos ya criados, se lanzó a sacar la carrera de Belas Artes en Pontevedra y, por su amplia labor en este campo, es una de las nueve mujeres homenajeadas en Sanxenxo
Ana Cancela en el taller, junto a algunas de sus obras más recientes. OLLARES DE PORTONOVO
photo_camera Ana Cancela en el taller, junto a algunas de sus obras más recientes. OLLARES DE PORTONOVO

Con el el cambio de milenio, el año 2000 supuso una ruptura en la carrera profesional de Ana Cancela (Santiago de Compostela, 1957), residente en la parroquia de Dorrón (Sanxenxo) de toda la vida. El comienzo de su dedicación en exclusiva al mundo de la pintura, tras ejercer brevemente la profesión de psicóloga que había estudiado en la Universidade de Santiago de Compostela (1976-1981), en la Asociación Avante de lucha contra la droga, le permitió iniciar y culminar la carrera de Belas Artes que siempre había sido su vocación, y centrarse en una apasionante carrera artística que la llevaría del Costumbrismo a la Abstacción, sin perder la perspectiva local que siempre ha sido su sello distintivo. Su labor en el Seminario de Estudos Locais de Sanxenxo y como impulsora de la Escola Municipal de Arte le valdrán el próximo 8 de marzo un merecido reconocimiento como Mujer Inspiradora en el Pazo Emilia Pardo Bazán. 

¿Esperaba este reconocimiento por parte del Concello?
La verdad es que no. En 2020 me dieron el premio Sanxenxo na Historia por los 10 años que dediqué a esto y ya fue el ‘summum’. Que me hagan este reconocimiento para mí es muy emocionante, y sobre todo por el Día de la Mujer, ya que a todo mi trabajo siempre he procurado darle un toque feminista, tanto en el libro de las rederas que hice, como en mi etapa Costumbrista, en la que casi toda mi obra ha estado basada en el trabajo de las mujeres, todas aquellas labores diarias de las que se ocupaban y que eran el motor de la Galicia rural.

Me vi estudiando con niños de la edad de mis hijos y me daba miedo ser rechazada. Me acuerdo de sus caras de asombro los primeros días»

¿Cómo pasa de la psicología al arte, que son dos disciplinas tan diferentes?
Cuando era joven tenía claro que quería estudiar algo. Como no me dejaban hacer Bellas Artes, que en aquel momento se estudiaba en Madrid, me fui para Psicología y aunque me encantó la carrera y la terminé, no era mi vocación. De hecho, cuando estaba estudiando Psicología allí en Santiago también me puse a estudiar arte con un pintor y fue muy bonito porque daba clase en el seminario que está frente a la catedral y ver aquellos claustros y el aula maravillosa que teníamos era una gozada.

¿De dónde le viene la vocación artística?
Cuando estudiaba Bachillerato en Pontevedra estaba en casa de una tía y ella pintaba. Yo me pasaba horas viéndola pintar y viendo sus cuadros y desde muy pequeñita dibujaba, a los 13 años ya hacía retratos y lo tenía clarísimo. Pero de aquella ir a Madrid y estudiar Bellas Artes era imposible. Aún así me fui formando con pintores y luego vino Bellas Artes a Pontevedra, pero yo tenía tres hijos. Cuando ellos se encarrilaron fui a por ello con 52 años.

Este reconocimiento por el Día de la Mujer es muy emocionante, ya que a todo mi trabajo siempre he procurado darle un toque feminista»

¿Cómo fue ese comienzo, cuando llega a la facultad de Bellas Artes con 52 años?
Al principio tenía un miedo terrible, porque me vi con niños de la edad de mis hijos y me daba miedo ser rechazada. Me acuerdo de sus caras de asombro los primeros días. Pero me integré muy bien y disfruté muchísimo con ellos. Bellas Artes es una carrera muy profesional y te encuentras gente alucinante, es un baño de humildad. Tengo un recuerdo fabuloso de todos mis compañeros. La graduación fue muy bonita, y los padres de mis compañeros venían todos a querer conocerme de lo mucho que les hablaban de mí. Siempre me decían que a veces se olvidaban de la edad que tenía, fue una experiencia única.

Usted ya tenía su trayectoria, ¿qué le hizo tomar la decisión?
Ya había hecho mis exposiciones pero buscaba evolucionar. En ese momento estaba con la pintura Costumbrista y me interesaba entrar en la Abstracción.

"Me gusta inspirarme en nuestras cosas cotidianas y nuestra simbología"

Ana Cancela en el taller. OLLARES DE PORTONOVO
Ana Cancela en el taller. OLLARES DE PORTONOVO

¿Cómo fue la transición entre Costumbrismo y Abstracción?
Para una persona que se formó en la Figuración, pasar al Abstracto es como tirarte a un pozo. Yo sabía que en Bellas Artes me iban a ayudar, y de hecho busqué un lenguaje propio en la Abstracción y es en lo que estoy trabajando ahora. Aunque últimamente estoy haciendo una mezcla. Es difícil, pero ahí encontré un camino, y pude hacer una exposición el año pasado y estoy preparando otra para el año que viene en Pontevedra.

¿De dónde le viene la inspiración?
Durante mis 10 años llevando el Seminario de Estudios Locales en Sanxenxo me interesé mucho por nuestro patrimonio y el mundo simbólico. Me gusta inspirarme y trabajar con nuestras cosas cotidianas y nuestra simbología.

¿Cuáles son sus elementos patrimoniales imprescindibles en Sanxenxo?
A Lanzada es la cuna de todo, ese yacimiento hay que trabajarlo más. Y también las mámoas, los lavaderos y rutas de senderismo que se están empezando a valorar.