El alquiler en Sanxenxo y Pontevedra, cerca de su récord histórico
Con el debate sobre la limitación de los precios de los alquileres sobre la mesa y con disensiones evidentes en el seno del Gobierno, los arrendamientos están a punto de tocar su techo histórico en Pontevedra.
A principios de siglo, entre 2005 y 2007, alquilar una vivienda en la capital del Lérez llegó a costar 1.787 euros por metro cuadrado. La tensión entre una demanda creciente y una oferta escasa disparó los costes hasta un 15% por encima de las medias que venían siendo habituales.
Casi quince años después y con dos grandes crisis por medio (la del 2008 primero y ahora la post-pandémica), los arrendamientos en la Boa Vila vuelven a rozar aquella cima, con medias situadas al borde de los 1.700 euros por metro cuadrado, según apuntan los mayores portales de venta y confirman las inmobiliarias locales.
La oferta de alquiler en Pontevedra sigue siendo pobre y la demanda cada vez crece más. La emergencia del campus universitario también tira de unos precios que no han dejado de crecer en los últimos tres años y que en 2022 se han anotado un aumento del 2,5%. Además, la fiebre de los pisos turísticos se ha convertido en una moda que también tensiona al alza los precios de los alquileres en muchas ciudades costeras y turísticas o en las localidades próximas a entornos turísticos más o menos masificados.
La otra ciudad de la provincia donde alquilar hoy es igual de caro que en el peor momento de su historia es Sanxenxo. El municipio turístico por excelencia en las Rías Baixas situó su precio medio más alto para los arrendamientos en los 2.266 euros por metro cuadrado. Fue también entre 2005 y 2007. Ahora mismo, un alquiler medio en Sanxenxo cuesta ya 2.262 euros por metro cuadrado y solamente este año la subida supera el 9,6%.
Los casos de estas dos ciudades no tienen parangón dentro de la provincia de Pontevedra. Vigo, por poner el ejemplo de la ciudad más poblada de Galicia, tiene situados sus precios medios para alquilar una vivienda en el entorno de los 2.026 euros, y eso que este año se registró una subida del 3,9%. Sin embargo, el dato está todavía lejos de los máximos históricos, que en el caso de la ciudad olívica llegaron a estar por encima de los 2.430 euros, un 16,7% más que el nivel actual.
CASOS SINGULARES. El caso más paradigmático es Lalín, donde los alquileres de hoy en día son un 43,8% más baratos que en el peor momento de los precios. En el concello lalinense los arrendamientos cuestan 779 euros por metro cuadrado y llegaron a costar 1.388 euros. Fenómenos similares se dan en localidades como A Estrada o Silleda, ambas en la comarca del Deza, con precios situados ahora al menos un 25% más baratos que en los récords registrados en cada sitio.
Mención aparte merecen las situaciones de Marín, donde los alquileres están un 27,7% por debajo del techo histórico; en Baiona, con arrendamientos un 26,7% más baratos que en su momento más caro; o Vilagarcía, donde se paga ahora mismo un 23,8% menos de lo que se llegó a abonar por un alquiler medio.
O Grove también está un 33,4% por debajo de su récord de precio y Soutomaior, un 19,8.