El alquiler diario de barcos triunfa en Sanxenxo

El puerto deportivo ofrece la posibilidad de arrendar embarcaciones privadas, con o sin tripulación, por horas o durante jornadas completas
Embarcaciones cerca del Real Club Náutico de Sanxenxo. ANXO LORENZO
photo_camera Embarcaciones cerca del Real Club Náutico de Sanxenxo. ANXO LORENZO

La capital del turismo en las Rías Baixas tiene una amplia gama de actividades para poder pasar el día pero, sin duda, una de las más exclusivas es vivir en solitario o en grupo la experiencia de navegar por la ría de Pontevedra con total libertad.

La aventura, definitivamente no está hecha para todo el mundo, ya que no es tan sencillo como pagar las tasas impuestas por uno de los tantos locales que ofrecen el alquiler de embarcaciones en el puerto de Sanxenxo. Arrendar una embarcación implica tener unos conocimientos mínimos en cuanto a navegación. Con respecto al precio, hay alquileres que se adaptan a todos los bolsillos, desde las embarcaciones más ostentosas que rondan las cuatro cifras por día, sumando las tasas de amarre del puerto, que también van en función del tamaño de la embarcación, hasta los veleros pensados para una experiencia individual que rondan el centenar de euros por día.

Desde la empresa Sea Galicia apuntan que en su página web abundan los clientes que alquilan la embarcación a primera hora de la mañana y que aprovechan la comodidad y el lujo que ofrecen los navíos para comer en ellos y bañarse en las aguas de la costa de Sanxenxo sintiendo que lo hacen de una forma algo más exclusiva que el resto de los veraneantes.

La sensación de viajar con total libertad por las Rías Baixas es única y probablemente indescriptible. Se trata de un medio de transporte que rompe los esquemas para aquellos que no han tenido la oportunidad de gobernar un barco. El destino del viaje es aquel que uno elija y como frontera únicamente donde alcance la vista. Acostumbrado a la vida acelerada y monótona del día a día, navegar por las tranquilas y apacibles aguas de las Rías Baixas ha enamorado a más de un turista.