Hasta 1.700 euros al mes para ejercer como camarero en Sanxenxo

▶ El puesto más demandado: jefe de cocina, que se cotiza por encima de los 2.000 € ▶ El déficit de personal reduce mesas y horarios
 

 Un camarero sirviendo el lunes en una terraza del centro. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Un camarero sirviendo el lunes en una terraza del centro. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Después de numerosas zancadillas de la pandemia, la hostelería afronta con preocupación la falta de profesionales cualificados, esa misma que ya le obliga a reducir actividad sin covid de por medio y a posponer los planes de crecimiento. 

Las consecuencias han sido bastante inmediatas. Muchas empresas se han brindado a  mejorar los horarios y no pocas han engordado los salarios para hacer los empleos más atractivos. Alfonso Martínez, presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS), indica que el convenio provincial (en fase de negociación) establece un sueldo promedio de unos 1.300 euros brutos para el puesto de camarero pero que, sin embargo, hay negocios de O Salnés que están ofreciendo nóminas "muy por encima de estas cifras" para cubrir el verano: "No es lo mismo ofertar trabajo para todo el año que por un tiempo determinado, y entre eso y que hay déficit personal, hace que se estén ofreciendo 1.500, 1.600 y hasta 1.700 euros para puestos de camarero".

A falta de conocer cómo de fructífera será la búsqueda, muchos negocios de restauración ya tuvieron que adoptar medidas para encajar el golpe. Más de uno tuvo que cerrar por primera vez una vez a la semana "para cubrir las libranzas", otros redujeron horario y unos cuantos trabajaron y continúan trabajando "por debajo de su capacidad, con pocas mesas más que las que tenían en pandemia, porque el personal no da", asegura Martínez. 

Los más demandados

César Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Pontevedra, atribuye los problemas de personal a la inversión de la pirámide poblacional y a la incompatibilidad de la profesión con las prioridades de la gente joven, a la que le cuesta ver con buenos ojos "trabajar a la hora de comer y de cenar, y los fines de semana". 

Según dice, ahora mismo el puesto más cotizado del sector es el de jefe de cocina, un empleo por el que se está pagando más de 2.000 euros mensuales por la falta de candidatos, pero también por lo que ha evolucionado este perfil, para el que ya no basta tener buena mano en la cocina. Ahora ese encomienda exige saber sobre "alérgenos, reciclaje, rentabilización de la materia prima y procesos administrativos", advierte Ballesteros. 

El puesto más demandado: jefe de cocina, que se cotiza por encima de los 2.000 €. El déficit de personal reduce mesas y horarios

Otra de las ocupaciones con demanda elevada es la de jefe de sala, cuyo sueldo promedio se ha situado entre los 1.700 y los 2.300 euros mensuales y cuya tarea también incluye ahora la formación "eterna" de los nuevos fichajes. "Hay mucha demanda, por lo que cada vez cuesta más fidelizar a los trabajadores. Si es un profesional resuelto y con motivación, le llegarán ofertas de la competencia, se lo rifarán", dice Ballesteros. 

La actualización de nóminas ha animado el mercado laboral, pero hay otro hándicap que frena la contratación: la falta de alojamiento económico en destinos turísticos como Sanxenxo o Baiona, donde la eclosión de los alquileres y los pisos turísticos se comen los beneficios.