María Jesús Fuentes, una 'Vida con Historia'

Esta vilagarciana, que actualmente reside en el DomusVi de Ribadumia, ha tenido la oportunidad de escribir un libro sobre su historia personal gracias a la iniciativa Vidas con Historia
María Jesús Fuentes_Vidas con historia_JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera María Jesús Fuentes posando con su libro. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Como si de una historia se tratase, las vivencias, momentos y experiencias configuran el relato de la vida. Episodios que condensan todo lo que uno ha aprendido y gracias a lo que ha avanzado año tras año. Capítulo a capítulo y elaborado bajo un estilo novelesco, la vilagarciana María Jesús Fuentes ha escrito un libro sobre su experiencia vital a través de la iniciativa 'Vidas con historia', promovida por la residencia en la que habita, el DomusVi de Ribadumia.

María Jesús nació en el municipio de la comarca de O Salnés el 12 de noviembre de 1953. "Teníamos una casita pequeña que heredó mi abuela paterna y vivimos siempre en el campo del Barro. Ese fue el sitio en el que me crié", comenta.

Creció en el seno de una familia humilde marcada por el asesinato de su abuelo materno abiertamente republicano, hecho que definió el porvenir de su infancia. "Ese momento lo viví como una niña, básicamente a través de lo que me contaba mi madre. Nos lo trataron de explicar para que no sintiéramos odio pero no lo vi normal, para mi fue algo muy injusto. Era un hombre de 34 años y solo pedía la seguridad social y la pensión para la gente mayor. Por eso lo mataron. Bueno, también cerraba el puño y de aquella ser republicano..., pues pasaba lo que pasaba" explica sobre esta etapa.

El asesinato de mi abuelo marcó mi infancia, fue algo muy injusto

A los 13 años de edad dejó el colegio para aprender a coser, y posteriormente desarrolló su vida laboral en una conservera afincada en la comarca, Conservas Peña, en la que trabajó desde 1980 hasta el 2000. Afirma que "fueron unos años bastante duros para las mujeres porque nos habían despedido a 30". "Nos dijeron de entrar de nuevo y al final volvimos. Al principio el sindicato nos dio una patada porque querían beneficiar al jefe, pero después entró otro sindicato y nos apoyó, gracias al que pudimos volver a nuestros puestos de trabajo en aquel momento".

Todos la recuerdan en esa época como una mujer activa, que luchaba en favor de los derechas de sus compañeras. "Me quisieron a mi como delegada, pero a los 4 años, que era el momento en que se tenían que hacer elecciones, no me presenté porque era un proceso muy duro. Pasaba lo mismo que ocurre ahora, todos quieren pero después nadie se mueve, solo las delegadas, así que me cansé y como tengo un temperamento bastante acelerado y no me gustaba lo que vivíamos lo dejé", apunta sobre su experiencia en el sector conservero.

El capítulo que genera una mayor sonrisa en el rostro de María Jesús y que recuerda con más cariño es cuando su padre volvía a casa. "Estuvo durante mucho tiempo trabajando en Alemania y tan sólo venía por Navidad. Fue siempre la época más feliz, ya que llegaba el 22 de diciembre, se marchaba el día 8 de enero y podíamos disfrutar juntos de estas fechas", recuerda con nostalgia.

Mi mejor recuerdo es cuando mi padre volvía a casa por Navidad

De capítulos está compuesto su libro La del campo del Barro, un ejemplar que ha visto la luz gracias a la iniciativa Vidas con Historia promovida por la residencia DomusVi en colaboración con Envita. "La oportunidad me llegó cuando nos lo comentó el director Daniel Fiúza y el técnico Andrés Cachón, así que entre todos escribimos el libro".

Asegura no haberle costado mucho trabajo resumir su vida en unas páginas, gracias a que todavía goza de "bastante memoria, y me salió sin pensarlo". "Cuando leo un poquito el libro  pienso: conté esto o conté aquello. La verdad es que ahora me gusta, pero hay cosas que las leo y después de tanto hablar me hace gracia haberlas dicho". En el proceso de elaboración, personas como Anxo, Víctor, y el equipo de fisios han sido un pilar fundamental para María Jesús, ya que le ayudaron a plasmar todas sus experiencias. "Empecé a hablar y escribiendo poco a poco salió el libro que ves ahora. De momento tengo buena memoria y recuerdo las cosas. Si contara todas las cosas que me han ocurrido en la vida no nos llegarían las páginas y harían falta dos libros".

El momento que más destaca de toda la obra es cuando habla de su sobrino Diego. "Cuando nació, en 1980, nos ayudó mucho a salir para delante ya que tres años antes falleció mi padre atropellado por un coche. En mi casa había desaparecido la Navidad. Su llegada nos ayudó mucho y esa es una imagen que tengo dentro. En aquel momento fue el que nos sacó de la tristeza y eso lo plasmé en el libro porque me acuerdo perfectamente.".

Haber contado su vida a través de la literatura ha despertado el interés de muchas personas, para las cuales María Jesús es todo un ejemplo. "La verdad es que no esperaba que a la gente le llamara tanto la atención mi libro. En casa sí, porque mis hermanos, por ejemplo, sabía que les iba a gustar, pero mis primos también lo quisieron leer, así como otras personas. Me gusta y me hace gracia que quieran conocer mis historias", comenta ilusionada a la vez que entiende que haber contado su historia puede ayudar a que otras generaciones conozcan cómo se vivieron esos años en O Salnés.

Escribir un libro es para muchos un sueño vital, algo que esta vecina de Vilagarcía nunca se había planteado pero que finalmente se ha convertido en una de las metas que ha alcanzado con el paso de los años. Pese a su edad y que en ocasiones su cuerpo refleja el paso del tiempo, María Jesús siempre se ha mantenido positiva y se ha marcado diversos objetivos aún por lograr. "Tal y como estoy pocos sueños puedo cumplir. Si tuviera que escoger uno, sería viajar en tren de Vilagarcía a Madrid. Creo que me gustaría ir en él y vivir esta experiencia, pero conforme yo me encuentro es un poco difícil. Por sueños no cabe duda que siempre hay, pero los años no pasan el balde y cada vez tengo quizás más dificultades y enfermedades. Pero bueno, poquito a poco se va yendo", comenta.

Uno de mis sueños por cumplir sería viajar en tren desde Vilagarcía hasta Madrid

En la actualidad, reside en uno de los centros DomusVi, situado en el municipio de Ribadumia. "Llevo aquí 5 años y unos meses, desde el 22 de agosto del 2017. Cada día me levanto, me ducho, desayuno y hago algunas cosas con Andrés. Después de comer, me gusta mirar la televisión en la habitación, sobre todo las novelas. Después bajo y estoy con Andrés y así pasamos el día".  A pesar de las dificultades, María Jesús apuesta por realizar el mayor número de cosas de manera autónoma: "de momento me gusta mantenerme activa, hacer las cosas por mi misma como ducharme o prepararme. Lo único que me encuentre mal, si no me siento bien es distinto, pero por lo regular me gusta hacer las cosas yo. No me gusta quedarme parada porque si empiezo a no moverme, adiós, se va todo al garete".

Cada jornada es distinta y aprovecha para formar parte de las actividades propuestas por el centro con las que ejercitarse tanto física como mentalmente. "Me gusta mucho participar y si toca ganar, pues mejor", comenta entre risas. Para prueba de ello, su segundo puesto en el Campeonato de Bolos organizado por la residencia hace tan solo unos meses. 

Por el momento compagina todo esto con los paseos a su villa natal, los cuales disfruta siempre acompañada de su hermano, quien le ayuda a desplazarse y a visitar aquellos espacios que la vieron crecer. "Mientras él quiera empujar por la silla, yo estaré bien".