Culler de Pau apuesta por promover la diversidad local de las semillas

El restaurante de O Grove participa en un proyecto, denominado 'Biomisión: do banco á mesa', que permite disponer de más de 1.700 variedades

 Tres de los protagonistas en la iniciativa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Tres de los protagonistas en la iniciativa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El restaurante Culler de Pau, de O Grove, fue el escenario elegido para presentar un nuevo vídeo de la iniciativa denominada Biomisión: do banco á mesa, promovido por la MBG, y su objetivo e dar a conocer y poner en valor sus bancos de germoplasma de maíz, básicas y leguminosas. Cuenta con la cofinanciación de la FECYT y la colaboración de Culler de Pau, El Calabacín Rojo y el CIFP Carlos Oroza.

La iniciativa se articula en torno a una página web, perfiles en redes sociales (Instagram; Twitter; Tik Tok), vídeos de animación sobre los bancos de semillas; el proceso del banco a la mesa, con las personas implicadas, y un concurso de fotos y vídeos destinado a un público de edades comprendidas entre 12 y los 18 años, que puede presentar trabajos de investigación que realicen en tienda so supermercados.

El vídeo, de 20 minutos de duración, se grabó en Pontevedra (MBG y CIFP Carlos Oroza), Cerdedo-Cotobade (El Calabacín Rojo) y O Grove (Culler de Pau). Producido por Trece Amarillo, la dirección correspondió a Pedro Peón Torres, y da voz a investigadoras, productores, cocineros y profesores, además de poner de relieve la importancia del trabajo colaborativo para llevar las semillas de algunos cultivos a la mesa de los restaurantes.

Bancos de semillas. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Bancos de semillas. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

En el acto intervinieron Javier Olleros, cocinero y responsable de Culler de Pau; Antonio Cavada, productor y responsable de El Calabacín Rojo; Pilar Soengas, investigadora de la MBG, y Pedro Peón Torres, promotor de la iniciativa y responsable de la Unidad de Proyectos de I+D+i la MBG.

En los tres bancos de semillas habilitados actualmente se guardan más de 1.700 variedades locales, en una labor que persigue frenar la pérdida de variedades que comenzó en la década de los 60 y 70 del siglo pasado, coincidiendo con el éxodo de los pueblos a las ciudades.