Para la pintora pontevedresa Amelia Palacios, afincada desde hace años en Porto, el mar siempre ha sido su lugar predilecto, su desconexión, un lugar que le ha fascinado desde pequeña. Ahora, una nueva forma de ver el mar llega a O Grove de su mano, en la exposición Cielo y Mar, que está abierta al público en la Galería Besada desde el 15 de julio hasta el 15 de septiembre.
¿Qué significa para usted el mar?
El mar es un refugio porque supone el fin de la civilización. Me cuesta explicar la fascinación que siento por él. Es un lugar donde perderse y dejarse llevar. Empecé a pintarlo cuando vivía en Madrid y lo echaba de menos. A veces no es un lugar físico, es un sentimiento.
Al final, el mar siempre ha sido una gran inspiración para todo tipo de artistas.
Si, el mar tiene un poder de evocación y nos invita a la creación, puede ser hasta pura abstracción como una puesta de sol. Nos deja en un estado alterado de la conciencia.
¿Es el mar de su ciudad actual, Porto, el mismo que el de su ciudad natal, Pontevedra?
El mar es siempre diferente, o quizá, somos nosotros diferentes cada vez que lo observamos. Depende del momento vital en el que nos encontremos. Puede ser un paisaje similar, pero a cada instante va cambiando y transformándose.
La exposición surgió hace unos meses, lo que me permitió trabajar intensamente
¿De qué manera está relacionada la exposición con la villa de O Grove?
La exposición surgió hace unos meses, lo que me permitió trabajar intensamente en esta muestra y hacer mucha obra nueva que está pensada para este espacio y lugar. Yo tenía muchas ganas de hacer una exposición de nuevo en torno al mar. O Grove es el escenario perfecto porque el mar forma parte de la vida cotidiana.
Dice que la exposición surgió con varios meses de antelación, ¿ha agradecido ese tiempo extra?
Sí, a mí me gusta trabajar así. Quiero que todas las obras tengan esa relación estrecha, que no sobre ni falte nada. Es difícil definir el momento final de una obra. No me gusta reunir una serie de trabajos y exponerlos, si no trabajar desde cero en un conjunto. Para ello es importante tener el tiempo necesario.
¿Han sido entonces la mayor parte de obras creadas para esta exposición?
Sí. Muchas obras son recientes, desde finales del año pasado hasta un par de meses antes de inaugurar la muestra. Trabajo mucho en serie y es importante que toda la obra se complemente.
¿Cuáles han sido sus mayores inspiraciones para la creación de estas casi 50 obras?
Me costaría buscar un referente concreto. Tengo una serie de pintores de cabecera, como Zóbel, pero en esta exposición surgió mucho color, de manera casi intuitiva, y no era tan habitual en mi pintura.
¿Cómo escogió el nombre?
Es un verso de Alfredo Mario Ferreiro, poeta uruguayo, lo descubrí semanas antes de concretar mi exposición. Hay tres versos que completan el poema que acababan de resumir mi exposición. "Cielo y mar" se repetía mucho y lo tuve durante semanas resonando. Me pareció que era muy claro y bonito.
Es la primera vez que escojo un texto para acompañar a las obras
Muchos versos de poesía acompañan a la exposición. ¿Qué tipo de textos seleccionó?
Me gusta mucho leer poesía porque tiendo a dejarme llevar por las palabras. Es la primera vez que escojo un texto para acompañar a las obras, muchos son poemas pero también hay trozos de novelas. Son textos que voy recogiendo en cuadernos y cuando llegó la exposición había cuadros que tenía muy claro que textos iban a acompañarlos.
Una parte esencial de la exposición, ademas de la pintura, son por tanto estos textos que acompañan a cada una de las obras
Para mi son muy importantes. Me gusta también que la gente se pueda acercar a este universo mío, a estos textos que a mí me inspiran.
¿Cuál cree que es la principal idea que se lleva la gente al ver su exposición?
A mí me gusta que me sorprendan. Hasta ahora la lectura ha sido que es una exposición en general calmada, pero también tiene esas luces intensas que tienen cierta fuerza. Es un equilibrio extraño entre calma y agitación contenida, pero siempre estoy abierta a escuchar nuevas interpretaciones.
¿Se nace con la pasión por el arte, o se aprende?
Me gusta pensar que seguramente hay un poco de las dos cosas. Es muy importante el entorno en el que creces y que sea próximo al arte. Por lo general, los niños tienen una creatividad tremenda y pasa algo en el camino que parece que nos alejamos un poco, pero si nuestro entorno nos motiva creo que nadie la abandonaría.
