El mayor almacén de drogas de la comarca ocupaba todas las estancias de la vivienda

El principal acusado confesó a medias mientras su madre negaba los hechos. La coca y la heroína se guardaban en el horno

 Los acusados, este jueves durante la primera sesión del juicio. VÍCTOR MÉNDEZ
photo_camera Los acusados, este jueves durante la primera sesión del juicio. VÍCTOR MÉNDEZ

"¿Usted cocinaba? ¿Utilizaba el cuarto de baño? ¿Dónde dormía?". El fiscal Antidroga, Pablo Varela, insistió en sus preguntas a la propietaria de la vivienda que albergaba el mayor almacén de drogas hallado en Pontevedra en los últimos años, después de que ella negase cualquier vinculación con los cientos de kilos de toda clase de sustancias que fueron aprehendidas en su domicilio. "¿No utilizaba el horno?", añadió el fiscal, antes de recordarle que dentro del mismo fue hallado más de un kilo de cocaína y más de 700 gramos de heroína.

La vista oral que comenzó este jueves (y que no terminó, fijándose una nueva fecha para el 28 de marzo para la continuación) en relación con el espectacular hallazgo de la Policía Nacional en una casa de Meis en junio de 2021 comenzó con una confesión parcial por parte de José Manuel A.T., principal investigado, que reconoció una obviedad: la presencia del monumental alijo con marihuana, hachís, cocaína, cristal, crack o heroína en el domicilio en el que residía junto a su madre. "Yo no sé nada de todo eso", insistió la mujer, que declaró desconocer cualquier detalle acerca de los más de 100 kilos de sustancias estupefacientes de lo más variado que fueron intervenidos por el Grupo II de la Udyco de Pontevedra aquella tarde.

Uno de los elementos que llamó la atención en la vista oral que se celebró este jueves en Pontevedra fue la aparición en escena de algunos nombres bien conocidos por su vinculación con el narcotráfico en las Rías Baixas como Rodrigo y Manuel Silva Vila, este último padrino del principal acusado, que, junto a personas de nacionalidad extranjera, fueron identificados en las inmediaciones de la casa-almacén de drogas en el marco de las investigaciones, pero que quedaron fuera del actual proceso, siendo juzgados, en alguno de los casos, solo por una incautación individual de marihuana. El propio procesado deslizó la posible relación de algunas de estas personas con el bestial alijo que fue incautado en la vivienda que compartía con su progenitora en el término municipal de Meis.

La primera sesión del juicio oral se centró en el interrogatorio de los dos principales investigados, pues el fiscal también le hizo preguntas a José Manuel a pesar de que admitió los hechos que se le atribuyen. En cuanto a su madre, se afanó por explicar que se dedicaba a trabajar en distintas faenas, que tenía gallinas, una huerta en otro punto próximo a su vivienda y que nada sabía ni de la droga ni de los efectos para su manipulación y adulterado ni de la sustancia de corte encontrada en su casa.

Tras sus testimonios, comparecieron los primeros investigadores de la Udyco de Pontevedra, responsables del histórico hallazgo, que vinieron a confirmar las tesis del Ministerio Fiscal a la hora de calificar lo sucedido.

Quedan pendientes para el día 28 los testimonios del resto de policías y las pruebas periciales, además del turno de conclusiones e informes de un asunto que parece bien acreditado pero cuya resolución tendrá que esperar.