Meaño, belleza natural con vestigios de la Galicia rural

Enclavado en el corazón de O Salnés, Meaño está rodeado por los municipios de Ribadumia, Poio, Sanxenxo y Cambados
Fuente en Meaño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Fuente en Meaño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Meaño combina como pocos la belleza natural de su paisaje con las imágenes más emblemáticas de la Galicia rural. Posee un patrimonio artístico tan abundante como desconocido. Además de numerosos cruceros, hórreos y molinos, puede presumir del señorío de pazos, como el de Lis, en la parroquia de Meaño, o Zárate, en Padrenda. Destaca también la belleza de sus iglesias y capillas, entre las que vale la pena visitar Santa María de Simes y el templo románico de San Xoán de Meaño.

Destaca también la belleza paisajística que ofrece la ruta de las Capillas, visitando la de la Virgen de las Angustias (Xil), la de San Amaro (Meaño), y la de San Bieito (Lores) entorno a la cual se celebra una romería que congrega miles de peregrinos cada año, Otras muestras del patrimonio local son el peto das Animas de Vilariño y la Iglesia y el crucero de Santa Cristina de Cobas.

Iglesia en Meaño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Iglesia en Meaño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Meaño guarda vestigios de la Galicia rural representada por los hórreos y los molinos de agua situados en su mayoría a orillas del río Chanca. Son muchos los molinos que aún existen en la zona, aunque algunos, al dejar de utilizarse, fueron desapareciendo. Meaño cuenta con un gran número de hórreos. De hecho, la actividad agrícola fue tradicionalmente un importante pilar económico del Ayuntamiento. La tipología más común es la del hórreo rectangular, de piedra y madera, y con cuberta de teja.

Merece especial atención, por su tamaño y su planta en forma de letra L, un hórreo situado en la Parroquia de Simes. Otro exponente de la arquitectura popular son los lavaderos. Meaño cuenta con treinta y cinco lavaderos públicos. La mayor parte fueron construidos entre los años 1939 y 1975. En Meaño también es posible disfrutar de la playa de Seixiño, en la parroquia de Dena, Es una pequeña playa situada en un entorno rural, desde donde es posible observar la ensenada de la isla de la Toja.