El enoturismo está en auge en las Rías Baixas

Turistas de toda España llegan a O Salnés atraídos por el Albariño

Parejas y familias se interesan cada vez más por un plan alternativo al turismo de playa en la comarca. Entre las actividades están las visitas a bodegas, la degustación de vinos o la celebración de eventos
Bodega Paco&Lola. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Bodega Paco&Lola. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

En verano las playas de O Salnés se convierten en el mayor reclamo turístico de Galicia. Los muy conocidos puntos de Sanxenxo, Portonovo o San Vicente do Mar rebosan vida con visitantes llegados de diferentes partes de España y el extranjero. Pero más allá de ellos, en ayuntamientos como Meis, Meaño o Ribadumia, además del famoso Cambados, está cobrando fuerza el enoturismo. Con multitud de bodegas repartidas a lo largo del territorio, los turistas están cada vez más interesados en aprender todo lo relacionado con la tierra del Albariño.

En Meaño se encuentra la bodega Paco&Lola, que cuenta con un servicio de visita-degustación para todo aquel que esté interesado en el mundo del vino. Lo que empezó siendo una pequeña cooperativa de 30 socios, se ha convertido tan sólo 17 años después en la cooperativa vinícola más grande de Galicia con 442 socios. 

Las visitas, que tienen una duración de una hora y media, están en estructuradas en diferentes partes. Primero se hace una breve introducción de la historia de la bodega, y del auge del vino Albariño y la denominación de origen Rías Baixas a finales de los años 80. "Antes no se hablaba de las Rías Baixas, sólo del tipo de vino" cuenta Lola, la guía de las visitas de la cooperativa meañesa. Más tarde se muestra un vídeo donde se explica el terreno en el que se trabaja, el Val do Salnés. Se enseña el proceso de vendimia y las características que este tiene en las Rías Baixas. "Es muy manual, por eso producir en O Salnés cuesta más. La producción es más limitada que la de otros vinos como Rioja, pero eso tiene sus cosas buenas".

Lola explica la historia de la bodega a los visitantes. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
Lola explica la historia de la bodega a los visitantes. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

En la segunda parte los visitantes entran en la bodega  y muchos de ellos se sorprenden al ver lo grande que es. Se explica que se hace en la viña y que en la bodega, donde se guardan los suministros y diferentes curiosidades relacionadas con el proceso. "Es muy difícil coordinar la vendimia con 442 socios. Los días de las entregas se manda una encuesta para saber con quien no quieren coincidir, porque muchos de ellos son familia y se ayudan entre ellos". También se explican los pasos necesarios para hacer un buen vino, se enseñan los tanques y se habla con claridad del proceso de fermentación, "en el que se añade nitrógeno y proteína de guisante para proteger el vino e impedir que se oxide". La parte final es la de degustación, en la cual aquellos visitantes en edad de hacerlo pueden probar tres vinos diferentes.

Los visitantes en la bodega. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
Los visitantes en la bodega. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

Lo que podría parecer una actividad dedicada exclusivamente a un tipo de público limitado tiene en realidad tiene una clientela muy variopinta. A esta actividad acuden desde personas jóvenes hasta familias con niños, en grupos reducidos para poder disfrutar de la explicación.

Óscar y María son una de esas parejas jóvenes que han decidido adentrarse en la bodega para conocerla un poco más. Vienen desde Valladolid y se definen como interesados en el mundo del vino "desde siempre". Óscar nunca había ido a una actividad parecida, pero María si, a una cata de vinos tintos en su ciudad. "Notamos mucho la diferencia, sobretodo las cosas curiosas que hemos visto como la forma de producir el vino que es distinta completamente a Valladolid", cuentan.

Óscar y María en la degustación. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
Óscar y María en la degustación. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

También Palma y Edu, junto con su hija Inés, viajaron desde lejos para llegar a Meaño. Esta familia de Guadalajara no están acostumbrados a las catas de vinos, "es la primera vez que lo hacemos", cuentan. "Estamos de vacaciones por la zona y como habíamos probado Paco&Lola decidimos venir", explica Palma. Quedaron satisfechos con la experiencia y afirman que volverían a hacer algo así. "Ha sido muy agradable y muy bien explicado", sigue Edu.

Edu, Inés y Palma en la degustación. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
Edu, Inés y Palma en la degustación. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

A la gente le gusta cada vez más visitar por dentro una bodega y probar su vino, y así lo confirma Lola. "Ofrecemos visitas de lunes a viernes en tres ocasiones, a las 11.00, 13.00 y hasta la semana que viene a las 16.00, que cambiaremos por una a las 19.00. Casi todos los horarios están llenos, excepto algún día que la de las 11.00 no la tienes". La más popular es la de las 13.00, y el fin de semana, que están abiertos por la mañana, también hay mucha visita, "y también de gente local", explica. "A partir del 15 de julo, que hay más turismo, también hay más visitas a las 11.00 horas de turistas que después van a la playa", añade

Los visitantes exploran el área de tanques de la bodega JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
Los visitantes exploran el área de tanques de la bodega JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

Dentro del origen de los visitantes, hay mucha gente de Galicia "y también de Asturias". Ahora en verano hay un poco de todo y Lola destaca que están recibiendo visitas de otros países. También menciona a los peregrinos que hacen la Variante Espiritual del Camino Portugués, que recorre la comarca. "Tenemos muchos peregrinos que se quedan un par de días más y aprovechan para hacer la visita", explica.

Otra forma de enoturismo es la celebración de eventos, actividad que "hacemos muchísimo", cuenta Lola. "Nosotros vamos al evento, tenemos muchos festivales como el Revenidas de Vilaxoán o el Atlantic Fest. Eventos de cultura, en premios, Fundaciones...". También mucha gente les llama para su propio evento privado. "Tenemos muchas despedidas de solteros", cuenta.

El enoturismo "está cobrando muchísima fuerza en toda España y en las Rías Baixas cada vez más". Esta actividad depende mucho del tiempo, porque "cuando llueve las bodegas están más llenas porque las personas buscan un plan alternativo. Añade Lola que "en julio del año pasado hizo un tiempo otoñal, entonces la gente busca planes diferentes y uno de ellos es el enoturismo". Además, "una de las principales razones por las que la gente visita Galicia es la gastronomía y muchas personas ya piensan en ir a una bodega".