El vilagarciano Óscar Santamaría ya rompe barreras en el juvenil B del Celta

Con tan solo 16 años juega en una categoría superior a la suya, y ya es un habitual en las listas de la selección gallega y española
Oscar Marcos Santamaria, jugador juvenil del Celta de Vigo en el Campo de Vilaxoán. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Oscar Marcos Santamaria, jugador juvenil del Celta de Vigo en el Campo de Vilaxoán. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Un vilagarcíano, concretamente de Vilaxoán, se está erigiendo como una de las grandes promesas de la cantera del Celta. Se trata de Óscar Marcos Santamaría, un futbolista que a sus 16 años y a pesar de estar en edad cadete ya juega con el juvenil del conjunto celeste, además de ser uno de los nombres fijos en las listas tanto de la selección gallega como española en categoría sub-16. Sus inicios se remontan 13 años atrás, cuando su padre, el  también ex futbolista Jorge Pelí, al que pretendieron equipos de la talla de la Real Sociedad o el Oviedo, lo llevó a jugar al San Martín, equipo en el que estuvo hasta los ocho años.

Cuando me llamó el celta fue una alegría enorme, el mejor regalo

A Óscar le costó adaptarse, debido a que “era más pequeño que los demás y quedaba siempre último”, asegura el joven. Los primeros años no destacaba mucho entre sus compañeros, “sobre todo por la edad y la altura”, pero a partir de los cinco años ya se “distanciaba un poco más de los demás”. La oportunidad del Celta le llegó tras un entrenamiento en el que su padre le comunicó que le habían llamado para hacer las pruebas. Cuenta la anécdota de que coincidió con el cumpleaños de su ascendiente, lo que supuso “una alegría enorme, el mejor regalo” para la familia. Una familia en la que su hermana Andrea también iba para futbolista, pero una lesión grave la obligó a colgar las botas antes de tiempo. Su hermano no tiene dudas de que podría haber podido desarrollar una carrera de éxito ya que “apuntaba maneras”.

Oscar Marcos Santamaria, jugador juvenil del Celta de Vigo en el Campo de Vilaxoán. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
El jugador del cuadro celeste volvió al campo que le vio nacer como futbolista. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Él, tras ocho años en la cantera, se siente uno más del club vigués. “Desde pequeño fui del Celta. A los seis meses ya fui a ver mi primer partido a Balaidos, y a partir de ahí intento no fallar”. Para sus padres los inicios fueron sacrificados debido al trabajo, pero Óscar recuerda esos años con alegría. “Los primeros yendo a Vigo los llevé bastante bien, no tanto como ellos, pero ahora la situación está mejor”. Uno de los momentos álgidos en su, por ahora, corta carrera deportiva, fue la llamada de la selección española, algo que “llevaba esperando desde pequeño”, y que como no podía ser de otra forma, tanto él como sus familiares recibieron con “inmensa alegría”.

Explica que fue el coordinador de su club a comunicarle la noticia, ya que había hecho méritos con “varios años haciéndolo muy bien y esforzándome”, continuaba Óscar. “Era lo que llevaba luchando desde pequeño, siempre esforzándome por ser el mejor, aunque no te salgan las cosas, pero siempre dar el máximo de ti”. Esta frase habla muy bien de la mentalidad de un niño al que sus padres mantienen los pies en el suelo advirtiéndole que no se lo  “crea, y siempre con humildad y sacrificio”.

Mi referente es Iago Aspas, y ojalá poder seguir sus pasos y debutar en Primera con el Celta

En el ámbito futbolístico se define como un jugador con mucho “sacrificio”, que tiene como referente a su compañero de club “Iago Aspas, sin duda”, y que persigue el sueño de “debutar en Primera División, y si puede ser, con el Celta”. Compagina el fútbol con los estudios, con lo cual saca poco tiempo libre que aprovecha para “jugar a la play los sábados”. “Lo único que hago en el día es levantarme, ir a clase, de ahí a entrenar, y el poco tiempo que me queda lo aprovecho para estar con mi sobrino, mi familia, mis amigos y un poco de videoconsola”. Con la vista puesta en la nueva temporada, todavía no le han comunicado en qué categoría va a jugar, “pero lo más seguro es que sea en el juvenil A o en el B”, aunque no oculta su deseo de hacerlo en el de “División de Honor, la categoría más alta”.