El Arosa no pudo reeditar la racha de tres victorias consecutivas debido a un partido de nulo acierto rematador contra el Polvorín (0-0). El conjunto arlequinado comenzó dubitativo un partido en el que el estado del terreno de juego de A Lomba volvió a ser un impedimento para el juego de ambos dos equipos. A los de Luisito les costó entrar en el encuentro, pero conforme pasaban los minutos se asentaron en campo contrario.
Tanto es así, que al borde del descanso, contaron con tres ocasiones muy claras para adelantarse en el marcador. Las dos primeras, de Borja Míguez en sendos mano a mano. El primero, tras regatear a Fernando en una mala salida del arquero del Polvorín, en la que el delantero definió mal; y la segunda, de nuevo quedándose solo ante la portería, en la que se encontró con una mano espectacular del meta visitante. De otro uno contra uno dispuso Iñaki Leonardo, que con zurda definió abajo para que, de nuevo Fernando, evitara el tanto local con un pie milagroso. La única llegada del cuadro lucense llegó sobre la bocina, con un remate de cabeza en el segundo palo que salvó Manu Táboas.
Tras la reanudación, el Arosa continuó siendo dominador. Los cambios de Luisito permitieron seguir asediando la meta de Fernando que, como en la primera mitad, volvió a ser salvador. También fue protagonista tanto el portero del Lugo como el resto del equipo por las constantes pérdidas de tiempo llevadas a cabo, y de las que el técnico del Arosa se quejó tras el encuentro, lo que no permitía al club vilagarciano darle continuidad al juego. Con la frustración de no encontrar el gol, el Arosa se salvó de milagro de llevarse un botín menor. Y es que el revulsivo visitante Lansade protagonizó un lanzamiento al poste en el tiempo añadido que a punto estuvo de reducir el botín arlequinado.
Con el punto obtenido en A Lomba, el Arosa mantiene la tercera posición, afianzándose en la zona de play-off, pero alejándose del primer puesto que da el ascenso directo.
