Manu Táboas, un centenario con el Arosa

El guardameta celebró el pasado domingo en Abegondo su partido número 100 defendiendo la camiseta del club de Vilagarcía ▶ "Te tienen que hacer dudar mucho para irte del Arosa, aquí te sientes muy cómodo", reconoce el vigués

Manu Táboas, con todas sus camisetas del Arosa SC en A Lomba. JOSE LUIZ OUBIÑA
photo_camera Manu Táboas, con todas sus camisetas del Arosa SC en A Lomba. JOSE LUIZ OUBIÑA

Fue el primer fichaje de Rafa Sáez como técnico del Arosa en la temporada 2018/19. El primer cimiento de un club con grandes expectativas. Cinco años y 100 partidos después, Manu Táboas (Vigo, 1991), sigue siendo uno de los pilares del conjunto arlequinado. "Estoy muy contento y orgulloso porque ahora tal y como va el fútbol, llegar a 100 partidos con un equipo es complicado", confiesa el guardameta, "el Arosa es muy importante en mi vida".

El pasado domingo, defendiendo la portería arlequinada contra el Fabril en Abegondo, Táboas alcanzó el centenario. Una celebración que no le pilló, ni mucho menos, por sorpresa. "El año pasado, cuando empecé a ver por casualidad las estadísticas y estuve haciendo cuentas, me dije: Si todo va bien, cumplo 100 en Abegondo", relata. Una cuenta atrás que se cumplió sin parones en el camino para llegar a vivir  uno de esos días que un futbolista nunca olvida.

"Cuando fichas por un equipo, estás cómodo y te sientes querido, te gusta estar tanto tiempo", reconoce, "hoy en día es difícil porque los jugadores se cambian de un equipo a otro, entre comillas, como mercancía. Sentirse cómodo en un sitio es complicado y al final en Vilagarcía lo que es complicado sentir, te lo hacen fácil".

"Sentirse cómodo en un sitio es complicado y al final en Vilagarcía lo que es complicado sentir, te lo hacen fácil"

MEDIA DÉCADA. La historia de Manu Táboas en el Arosa comenzó hace cinco años. "Cuando fiché fue un periodo de transición porque el club llevaba años buscando el ascenso", recuerda, "al año siguiente se dio un paso más adelante y fue cuando jugamos el play-off en Balaídos, no se pudo ascender y a la siguiente temporada el equipo se reforzó muy bien en todas las líneas y entonces, sí logramos el ascenso".

Esos dos primeros años son recuerdos "bonitos" y los más especiales como arlequinado, ya que el equipo "logró alcanzar el objetivo. Fue un momento que afición y jugadores llevábamos esperando mucho tiempo. Los que llevábamos tiempo en el club sabíamos lo que suponía para la ciudad y fue muy bonito y feliz". 

Pero el camino no siempre ha sido fácil. Una de las etapas más complicadas en el Arosa para Manu Táboas fue la pasada temporada, cuando el equipo acabó perdiendo la categoría. "No se consiguió la permanencia por pequeños detalles", apunta, "siendo realistas, el Arosa tenía uno de los cinco presupuestos más bajos de la categoría y dimos la cara en todos los campos, hasta con el primero, el Pontevedra".

"Estoy en mi mejor momento, más ubicado, con más temple y más tranquilo"

Experiencias que han valido a Táboas para crecer personal y profesionalmente. "Llegué con 26 años y hay cosas que te hacen madurar en todos los sentidos. Al final los porteros cuantos más años tengamos, más experiencia y te sientes más seguro. Estoy en mi mejor momento, más ubicado, con más temple y más tranquilo", explica.

Y es que el guardameta vigués tiene claro que en el Arosa ha encontrado su sitio. "Desde el primer minuto te hacen sentir como en casa, en Vilagarcía se respira mucho ambiente de fútbol, te tratan como a un profesional, vas por la calle, te paran y te sientes importante", confiesa. En el club arlequinado, Táboas se siente "futbolista, y aunque es un club muy humilde y familiar, los domingos sientes que eres profesional. Te tienen que hacer dudar mucho para irte del Arosa, aquí te sientes muy cómodo y cuesta decir que no", confiesa el ya centenario guardameta.

A Lomba
"Siempre supe que quería jugar en A Lomba. Lo había sufrido como visitante y quería saber lo que era vivirlo como local. Ahora lo siento como mi casa". Son palabras de Manu Táboas, que tras cumplir 100 partidos como arlequinado, pone en valor el poder seguir disfrutando de un campo como A Lomba y una afición como la del Arosa.
"Muchos creen que hablamos por hablar, pero cuando llegan al club se dan cuenta de que la afición es de otra categoría", confiesa.