No fue posible la tercera victoria consecutiva del Arosa al tropezar en A Lomba contra el Rápido de Bouzas. El Arosa queda expuesto a perder este mediodía el liderato si el Fabril vence al Viveiro. Mereció ganar el equipo de Luisito con tres ocasiones claras de gol en la primera parte y un gran arreón final, el cual deparó tres expulsiones del Rápido sin incidencia en el marcador.
El Rápido, en su primera internada, tras un desajuste de Santi, encontró el primer acercamiento, que resolvió Manu Táboas. Borja Míguez gozó de una gran ocasión a balón parado, pero su remate se marchó desviado. Desde el minuto 10, el partido entró en una fase de mucho balón directo y poca presencia en las áreas. Esta velocidad solo la rompió Borja Míguez, en el ecuador del primer acto, con una carrera en velocidad en la que se fue de Arán y Álvaro Naveira, y forzó un saque de esquina.
Precisamente de ese córner, Brais Vidal tuvo la ocasión más clara para el Arosa con un remate totalmente solo que detuvo Brais. Cerca del descanso, a balón parado, el equipo de Luisito generó peligro con un remate de Pacheco al borde del área pequeña que despejó Brais, y Borja Míguez no pudo llegar al rechace por milímetros.
En la segunda mitad, arrancó mejor el Rápido, pero luego el Arosa quiso proponer, especialmente por la banda derecha. Sylla, revulsivo, fue uno de los futbolistas que más peligro llevaron por verticalidad y desborde. Sin embargo, el equipo de Chema Rico fue el primero en avisar con un lanzamiento de Álex Rey que se marchó desviado. El plan del Rápido en el período final salió bien ante un Arosa que intentó generar superioridades, pero no le salió nada.
En el tramo final del encuentro, el Arosa se volcó y el Rápido tuvo su gran ocasión en un contragolpe. Por la banda izquierda, irrumpió solo Torralbo, que superó a Santi, pero apareció Táboas para detener su remate. Además, el equipo vigués se quedó con diez jugadores por expulsión de Cellerino al perder tiempo. Por su parte, el equipo entrenado por Luisito apareció con un arreón final que le pudo deparar los tres puntos y capitaneado por un gran Mario que se echó el equipo a la espalda. El equipo arlequinado tuvo la última acción para empatar en una falta lateral, en la que Brais Pedreira buscó el disparo directo, y volvió a actuar Brais para completar un gran partido y ser el futbolista más determinante del encuentro.
